En Rosario hay "más de 500 privados" en los que una importante cantidad de mujeres ofrece servicios sexuales, y la situación de seguridad en estos lugares "está cada vez peor", dijo la secretaria local de la Asociación de Mujeres Meretrices Argentinas (AMMAR), Claudia Lucero.

Luego del hecho del martes, en el que una mujer formoseña, de 33 años, fue víctima de un disparo de bala por lo que está internada en grave estado en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (HECA), la dirigente de Ammar exigió "mayor presencia policial en la calle". Por otro lado, consideró que "hay algo raro" en lo que ocurrió el martes en el departamento de Brown al 2700, porque "siempre hay un patovica en esos lugares que conoce a los clientes y controla y cuida a las chicas que trabajan". Aventuró que pudo haber sido un ajuste de cuentas "entre fiolos".

La secretaria de Ammar Rosario reflexionó sobre el hecho de anteayer en el prostíbulo de Brown y Ovidio Lagos, en barrio Pichincha, y consideró que "hay algo raro". "Si bien (el supuesto ladrón) pudo haber sido alguien que simplemente entraba a robar, siempre hay alguien que te está cuidando permanentemente, que observa todos los movimientos", señaló la dirigente a Rosario/12.

Sin embargo, reconoció que "es normal" que haya disturbios en las casas de citas. "Yo no digo que no pueda pasar lo que pasó ayer (por el martes), sino que me parece que es raro y que puede tratarse de un ajuste de cuentas entre los mismos fiolos, porque en esos lugares puede pasar cualquier cosa. Se arman muchas peleas continuamente, porque a ellos lo único que les interesa es la plata y que las mujeres les den ganancias, por eso se las cuida tanto. Nos llama la atención, aunque pueden ser problemas de otro tipo: plata, droga u otras cosas".

Ante las dudas planteadas al respecto, las dirigentes locales de Ammar se hicieron presentes ayer en el prostíbulo en cuestión para enterarse cómo y en qué situación se dieron los hechos, aunque no recibieron mayores datos. "Parece que el tipo entró como cliente, y eso es lo que nos llama la atención. Le habría querido robar a la mujer apenas entró y ella se resistió y dicen que lo roció con gas pimienta. Eso no es normal, porque ahí adentro suelen estar protegidas y no es necesario que estén con ese tipo de cosas encima para defenderse. Pero, al parecer no había nadie de seguridad", explicó.

"Lo más raro -continuó Lucero- es que el tipo le haya querido robar a ella, porque las chicas no tienen la plata, sino que el cliente les paga antes de entrar a la habitación y ellas le entregan el dinero al encargado en el mismo momento", indicó.

En ese sentido, se manifestó preocupada por la situación dentro de este tipo de lugares, y si bien reconoció que "el trabajo en la calle es mucho más inseguro", recordó que no es la primera vez que hay situaciones graves en los burdeles. "No puede ser que haya pasado esto y que nadie haya visto nada", dijo.

Acerca de la investigación del caso, se adelantó en expresar que desde Ammar, se espera "que la testigo compañera de la mujer diga la verdad, porque seguramente ya le dijeron lo que tiene que declarar. Queremos que se investigue en serio".

Por otro lado, representantes de la agrupación fueron invitadas ayer a la reunión sobre seguridad en el Concejo (ver aparte), pero no pudieron exponer sus inquietudes y propuestas. "Lo único que vamos a pedir es mayor presencia policial, no sólo para nosotras sino para toda la población, porque esto le pasa a cualquiera".

Sobre el estado de salud de Marta, quien recibió una herida de bala en la cabeza, el director del Heca, Néstor Marchetti, indicó que continuaba en "grave estado, con lesiones encefálicas importantes, respirador artificial y pronóstico reservado".

Informe: Lorena Panzerini