Ante el inminente anuncio del traspaso de la ex Mahle Rosario al empresario Jorge Basualdo, titular de Kim SA, los trabajadores despedidos decidieron ayer en asamblea desocupar la planta de Perón al 5600. "Desde el ministerio de Trabajo de la Nación nos pidieron que para la última etapa de evaluación necesitaban la fábrica desocupada", indicó a este diario la viceministra de la cartera laboral provincial, Alicia Ciciliani, quien destacó "la lucha ejemplar de los trabajadores, porque fue un proceso muy largo que generó mucha angustia, pero estuvimos juntos con el ministerio de Trabajo de la Nación, con la UOM, y los resultados están a la vista". Por su parte, allegados al empresario bonaerense confirmaron a Rosario/12 el avance concreto de las negociaciones con los representantes de la multinacional alemana, y adelantaron que en las próximas horas se encargarán de brindar públicamente los detalles del acuerdo.

"Ante el pedido del ministerio de Trabajo decidimos en asamblea liberar la planta", dijo a este diario el delegado de la comisión interna de los trabajadores, Claudio Maldonado. "Una casa ocupada no la quiere comprar nadie", graficó el delegado gremial, para explicar los alcances de la medida, entendida como un gesto de buena voluntad para que el traspaso finalmente llegue a buen puerto.

Ciciliani celebró la decisión de los trabajadores despedidos de desocupar la fábrica que mantenían ocupada desde el 24 de abril, cuando los alemanes comunicaron la decisión de cerrar la planta, destacando que durante el proceso de negociación "los trabajadores cobraron el 100 por ciento de sus salarios, y el 100 por ciento de las indemnizaciones".

La funcionaria, que participó hace unos días de una reunión junto al titular de la cartera laboral de la Nación, Carlos Tomada, y el empresario Basualdo, para conocer el proyecto de producción del presidente de Kim SA, había manifestado: "Queremos que este empresario invierta en Santa Fe, tiene un discurso innovador sobre lo que significa la producción de aros". Ayer, Ciciliani reiteró que "la fábrica se reabrirá con un grupo interesante, que garantiza sustentabilidad".

En relación a la continuidad laboral de los 139 trabajadores despedidos, la funcionaria sostuvo que en el marco del convenio, "los ministerios pidieron que la selección de personal se haga dentro del grupo de los trabajadores de la ex Mahle. Si bien todo empresario tiene derecho a organizar su producción con los perfiles que necesitan, nosotros pedimos que no haya exclusiones ni discriminaciones".

La inminente confirmación del traspaso de la fábrica de aros de pistón al titular de Kim SA cerrará uno de los conflictos laborales más resonantes en la región. Las idas y vueltas respecto a las negociaciones por la venta de la planta de Perón al 5600, que incluyó un contrato de exclusividad con el empresario Ramiro Vasena, y la posibilidad de constituir un fideicomiso financiero a cargo del secretario de Comercio Exterior, Guillermo Moreno, cargaron de incertidumbre a los cerca de 500 trabajadores.

El paso del tiempo -una clara estrategia adoptada desde el comienzo por los representantes de la multinacional alemana fue desgastando la lucha de los trabajadores. Cinco meses después de iniciado el conflicto, y mientras se acortaban los plazos de la conciliación voluntaria, más de 300 operarios optaron por la indemnización.

Una semana más tarde, los trabajadores que no se acogieron al retiro recibieron los telegramas de despido. Al no contar con información concreta sobre el traspaso, decidieron instalar una carpa en la plaza San Martín, frente a la sede local de la Gobernación. Los insistentes pedidos de los funcionarios del ministerio de Trabajo provincial hicieron recapacitar a los trabajadores, que decidieron en asamblea levantar el acampe a la espera de novedades. Luego de unos días en que los actores del conflicto decidieron llamarse a silencio, los operarios despedidos desocuparon ayer la planta con la esperanza de poder reingresar antes de fin de año.