A un mes de vencerse el plazo dispuesto por el gobierno provincial para que los municipios decidan si compran acciones de Aguas Santafesinas Sociedad Anónima, el intendente Miguel Lifschitz le envió ayer una carta al gobernador Jorge Obeid que incluye "propuestas alternativas constructivas" para solucionar los problemas "sin intención de politizar la cuestión". En un tono más que cordial, el jefe comunal reclamó se exima a los municipios de pagar para adquirir acciones de ASSA, sugirió que de los tres miembros reservados en el directorio para ser designados por la provincia, se nombre uno a propuesta de la intendencia rosarina y otro elevado por las Universidades de Rosario y del Litoral. Lifschitz pidió que se establezcan gerencias regionales descentralizadas y se instituya un órgano de control independiente con representación de gobiernos locales, concejos municipales y de las ONG. Planteó la necesidad de contratar un operador técnico sólo mediante licitación pública y que se prohiba la venta de acciones a privados sin previa ley que así lo autorice, para cuya aprobación se requerirá una mayoría especial.

La misiva enviada por Lifschitz, dirigida al "estimado amigo" Obeid es el primer contacto formal entre ambos mandatarios desde la salida del grupo Suez de la concesión y la creación de Assa, cuyo paquete accionario en un 90 por ciento lo controla el Estado provincial -en rigor el 39 por ciento se transfiere a los municipios que deseen sumarse- y el 10 por ciento restante queda en manos de los empleados.

Públicamente el intendente señaló que definirá si se suma a Assa sobre el filo del plazo dispuesto por el Ministerio de Obras y Servicios Públicos. Sin embargo, de acuerdo al tenor de la solicitada que se publica hoy en los diarios de la ciudad, se desprende que en las actuales condiciones, la Municipalidad de Rosario permanecerá al margen de la flamante empresa Aguas Santafesinas Sociedad Anónima.

En su carta, Lifschitz comienza recordándole al gobernador - a raíz de sus declaraciones en las que cuestionó a quienes criticaron el proyecto de creación de Assa- las voces que se alzaron contra el modelo de privatización del agua potable elaborado por el gobierno de Reutemann.

Luego describe la década durante la cual manejó el sistema sanitario el grupo Suez como "una sucesión ininterrumpida de incumplimientos a los pliegos y al contrato de concesión y de inacción del Ente Regulador".

Lifschitz le endilgó a Obeid haberse enterado "a través de los medios de comunicación las distintas alternativas que se fueron presentando en el proceso que culminara con la desvinculación de la concesionaria". En ese

sentido también cuestionó la escasa información brindada por funcionarios provinciales desde que se decidió crear una sociedad con mayoría estatal para adminsitrar el agua en 15 municipios santafesinos.

Más adelante, el intendente reivindica la estatización del servicio sanitario pero reclama su descentralización para no volver al cuestioando modelo que caracterizó a la Dipos en los 80.

Al respecto cuestiona la exigencia de la Casa Gris hacia con los municipios que forman parte de la concesión. "Se nos pide que aportemos recursos para adquirir acciones y tener así derecho a participar, aunque con un casi nulo poder de decisión en la nueva empresa. ¿No debería ser al revés? ¿No tienen los municipios sobrados derechos para participar de la empresa sin aportar recursos adicionales?. ¿Acaso no son los municipios los titulares del poder concedente? ¿No han aportado los vecinos, con el pago de sus tarifas lo suficiente como para tener ese derecho?