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Los hermanos Santoro de barrio Parque, actualmente imputados por tres asesinatos de la saga de crímenes de tres ancianos, declararán hoy ante el juez de Instrucción 15º, Jorge Baclini. En este caso, será por su posible participación en el asalto al supermercado de Domingo Perruggini, en Güemes 3271, de la localidad de Zavalla, en abril pasado, donde los ladrones se alzaron con 20 mil pesos y varias alhajas. El dato que enlazaría la seguidilla de asesinatos con el atraco es el vehículo utilitario con el que se fugaron los ladrones del súper el 19 de abril pasado, que sería el mismo visto casi un mes después por los vecinos de José Savini, una de las víctimas de los hermanos, asesinado en su casa de Zavalla, el 13 de mayo pasado. Según los testigos, la camioneta estuvo estacionada en la puerta del domicilio de Savini el día que lo mataron. Baclini dijo a este diario que "la única prueba que los vincularía con el asalto es la coincidencia de los datos de la camioneta secuestrada", propiedad de Martín Santoro, el mayor de los tres hermanos. Sin embargo, reconoció que esas pruebas "no son tan contundentes".

Actualmente, Martín, Cristian y Federico Santoro están imputados por el crimen de Susana García de Giménez, de calle Riobamba 3036, muerta hace poco más de tres semanas; y el de José Savini, del 13 de mayo pasado, en la localidad de Zavalla. Además, hace dos días, Cristian y Federico fueron imputados por otra muerte: la de Concepción Lavore, de 73 años, quien fue hallada muerta en su casa de Suipacha 2124, el 19 de febrero pasado. Si bien estas causas son las que más complican a los verduleros, hoy declararán por un hecho menor, que tiene que ver con el atraco a un supermercado de Zavalla.

Las causas por asesinato se encuentran en el Juzgado de Instrucción 5º, a cargo de la jueza María Luisa Pérez Vara. En tanto, Baclini podría dictar una pena, de constatar que los hermanos estuvieron implicados en el robo que investiga. Sin embargo, resaltó que "sería un hecho más que se suma a las varias imputaciones" que se les atribuyen a los mismos implicados. De todos modos, aclaró que todavía "no hay formalmente una asociación directa -con los culpables de los crímenes-, porque las pruebas (del robo) no son tan consistentes", apuntó.

En el caso hay dos víctimas (Perruggini y su esposa) y dos testigos, quienes aseguraron que "no podrían reconocer a los ladrones". Según indicó Baclini, tras robar en el súper, los ladrones se dirigieron a la casa de los dueños, donde estaba la mujer, y "cuando se estaban yendo en la camioneta (Mercedes Benz Sprinter), una persona tomó la patente. Los testigos apuntan a que sería la misma" que días después estuvo estacionada en la vivienda de Savini. Baclini aclaró que ése "sería el único elemento" para inculparlos por ese hecho particular.

Tras tomar declaración tanto a los propietarios del local como a los testigos de la fuga de los ladrones, Baclini dijo que estos apuntaron a que se trató de "entre dos y tres personas, aunque como estuvieron en lugares diferentes al momento de ser increpados por los asaltantes, no está claro si cada uno de ellos vio a las mismas personas o distintas personas".