No hubo caso. Pese a la movida de parroquianos, artistas, personalidades de la cultura, concejales y vecinos, el mítico bar La Capilla cerrará sus puertas mañana por la persistente negativa de los propietarios del local a renovarle el contrato a los inquilinos. "Ya está, no hay margen para tener esperanza ante la falta de interés de los dueños de sentarse siquiera a conversar", lamentó ante Rosario/12 el dibujante chileno Sergio "Cheché" López Castillo, uno de los asiduos clientes. "El jueves va a ser el último día que trabajamos", confirmó Roberto Nakamatsu, al frente de la tercera generación de japoneses que llegaron desde Brasil para fundar el bar Imperio y después, desde 1946 frente a la Iglesia San Francisco Solano, La Capilla. El Concejo tiene previsto volver a ocuparse del tema en la sesión de esta semana para que el bar sea protegido como patrimonio cultural y arquitectónico.

Tres meses atrás se instaló con fuerza la posibilidad del cierre de La Capilla cuando se conoció la decisión irrevocable de los dueños del local a prorrogar el contrato de alquiler. La reacción fue inmediata: decenas de personas, artistas y autoridades se acercaron para aportar ideas para evitar el cierre del bar, instando al gobierno municipal a que incluyera al lugar dentro de un catálogo.

"Fracasamos en la intención de declararlo Patrimonio Histórico y Cultural de la ciudad. No pudimos o no supimos transmitir la importancia del tema", lamentó a través de un comunicado Cheché López, un reconocido dibujante chileno radicado en Rosario quien encabezó la resistencia.

"Se cierra un ciclo y lo único que lamentamos es no poder abrir el debate con calidad y razonamiento acerca del modelo de ciudad al que nos enfrentamos", continuó. "La defensa que asumimos, no era sólo del bar, era la preservación como un elemento de la proyección de la memoria y la de la identidad cultural, pluricultural y también diversa en lo social y económico. Traspasaba el bar como recinto acumulativo de historias, lo físico, y nos acercaba a la idea de resistencia desde la identidad".

También agradeció "a quienes acompañaron con la esperanza que desde la dirigencia y las instituciones del Estado se colaboraría a la resolución de la problemática. No llegamos a interesarlos".

El concejal Edgardo Falcón confirmó que la comisión de Planeamiento aprobó esta semana la declaración de sitio de interés histórico y cultural, "y el jueves seguramente saldrá una ordenanza y con ella la obligación del no cambio de rubro".

El edil abundó que "del lado del dueño del inmueble no hubo ningún interés en dialogar. Tampoco pudimos hacerlo con tiempo en la última sesión del Concejo. Algunos entendieron que la cultura estaba por otro lado, por las bibliotecas, por ejemplo, o que la historia es una estatua y no un bar que forma parte de la identidad de los rosarinos".

Al referirse a la declaración que podría lanzar el Concejo, Falcón explicó que ésta "tendería a que el dueño no cambie de rubro. Pero no hubo caso. Hicimos grandes esfuerzos a través de un grupo de amigos y vecinos para que intentara seguir con el emprendimiento por un año más". Cheché confió a este diario que una alternativa sería "formar una cooperativa y mudar el bar, con sus equipos e impronta dentro de la zona. Es una idea preliminar que vamos a analizar mañana (hoy) en una reunión en el bar a las 18".