Una semana y media después de haber distribuido por el centro de Rosario cinco estatuas con figuras femeninas blancas, de la campaña Mujeres por la Ciudad, no quedó ninguna limpia. La idea del Programa Regional "Ciudades sin violencia hacia las mujeres, ciudades seguras para todas y todos", implementada por la Red Mujer y Hábitat de América Latina, era experimentar a qué tipo de violencia están expuestas las mujeres en la vía pública. "Conmigo o muerta", escribieron con aerosol en la escultura ubicada frente al Monumento Nacional a la Bandera; mientras que en la que se colocó en el Cemar (San Luis y Moreno) apareció dibujado un lobo, y a la de la plaza Pringles la pintaron los niños. Sin embargo, en algunas otras las mujeres hicieron su descargo: "El primer abuso empieza en tu cabeza, cuando te hacen creer lo que no es"; "Yo fui golpeada por un empresario y la policía lo ayudó a él". Mañana, todas podrán verse en la peatonal Córdoba; y el sábado, la invitación es en la explanada de San Martín y el río, para "reconstruirlas y devolverles su integridad".

"Todas merecemos habitar ciudades seguras que protejan nuestras libertades vitales". Esa es la propuesta del experimento ciudadano presentado para poner en evidencia la violencia de la que son víctimas las mujeres en las ciudades de Latinoamérica, desde la propia calle y con las reglas de cada espacio urbano. Con la muestra, se buscó visibilizar esta realidad diaria, sobre la base de la posibilidad de las mujeres de organizarse y movilizarse por ciudades inclusivas y seguras para todos y todas.

"Esta mujer ha sido parte de un experimento ciudadano, y aquí está el resultado de haberla dejado expuesta a lo que nuestra ciudad depara todos los días. ¿Ahora lo ves?", dice el cartel pegado sobre las esculturas que representan a mujeres. Durante los últimos 15 días, hubo cinco imágenes distribuidas por el centro rosarino, y todas fueron violentadas de alguna manera por los transeúntes, de todas las edades, según puede verse en las esculturas, que mañana estarán frente al Palacio Minetti, de Córdoba, entre Paraguay y Corrientes.

La campaña que finaliza el sábado con un festival para festejar el Día Mundial de la No Violencia contra la Mujer, se realiza simultáneamente en Bogotá (Colombia), Talca (Chile), Lima (Perú), San Salvador (El Salvador) y Ciudad de Guatemala (Guatemala); mientras que Rosario es la única ciudad argentina donde se realizó el experimento urbano, que recibió el apoyo de la municipalidad, desde el Area de la Mujer y otras secretarías locales. "No pasó lo mismo con los gobiernos en otras ciudades latinoamericanas, y eso es destacable de esta ciudad, porque además se convocó a otros sectores para apoyar y ayudar en el armado de las actividades", dijo a Rosario/12 la productora de la campaña, Victoria Soda, quien señaló: "Es notable cómo se replican los resultados de violencia en todas las ciudades".

Soda indicó: "Hace casi dos semanas colocamos las estatuas (que miden dos metros de altura) totalmente blancas, en cinco puntos de la ciudad y en seguida comenzaron a aparecer signos de ataques. Días después, develamos la incógnita de esas mujeres, con unos carteles que explican la campaña y le preguntan a los transeúntes: ¿Ahora lo ves?", en referencia a la violencia hacia las mujeres, que muchas veces la gente "ignora".

La idea para el sábado es que esas estatuas -representantes de mujeres- sean recuperadas por artistas que las pintarán y "les devolverán la integridad, con muchos colores para dejarlas lindas, como la ciudad las quiere ver". Luego, cada una será exhibida en los distritos de Rosario, para que vecinos de todos los barrios sepan que Rosario está contra la violencia de género. Allí estarán representantes del gobierno, artistas locales y participarán también todos los rosarinos y rosarinas que quieran acercarse. "Las recuperaremos llenándolas de alegría, esperanza y color, para demostrar que podemos vivir en una ciudad que nos quiere, nos respeta y nos cuida tanto como nosotros a ella", indicaron las organizadoras.

Entre los espectáculos artísticos, habrá música de diferentes bandas tocando en vivo, obras de teatro, y una intervención que tendrá como protagonista a una muñeca gigante de la ONG Cicsa, que implementa el programa en Argentina.