Una propuesta del concejal radical Jorge Boasso permitiría destrabar el tratamiento y posterior aprobación en la sesión de hoy en el Concejo Municipal del incremento en la tarifa de taxis y remises. El derrotado precandidato a intendente en la interna del Frente Cívico y Progresista se transformó ayer, como sucedió en otras oportunidades, en un aliado clave del socialismo que de esta manera encontró un respiro en una negociación que venía complicada. Boasso propuso que se apruebe ahora un 20 por ciento de aumento, y que se postergue para más adelante el 12 por ciento restante que resulta del estudio de costos elaborado por la secretaría de Servicios Públicos. "Con el salario de los trabajadores no se juega, esta es una forma de destrabar el conflicto y no someter a la ciudad a un cimbronazo como un nuevo paro", señaló el edil radical. En este marco, el secretario general del sindicato de peones de Taxis, Horacio Boix, responsabilizó a los concejales opositores de buscar que la situación "estalle para pasarle una factura al intendente (Miguel Lifschitz)".

La salida de un despacho favorable de la comisión de Servicios Públicos -o bien la delegación de la potestad al intendente que ningún edil opositor acepta- para destrabar el conflicto por el incremento en la tarifa de taxis y remises, quedó ayer en un segundo plano. A partir de la falta de acuerdos, desde el socialismo dedicaron tiempo completo a la negociación con los ediles que conforman los bloques unipersonales del cuerpo el acompañamiento del mensaje del Ejecutivo que promueve un aumento del 32 por ciento desdoblado de la tarifa.

Teniendo en cuenta que de salir un despacho de la comisión, su aprobación requerirá de los votos de la mitad más uno de los 22 concejales que integran el cuerpo; y asumiendo que los nueve concejales del Frente Progresista apoyarán la iniciativa -el aliado del ARI, Oscar Greppi, ya anticipó que votará negativamente- el oficialismo recibió con entusiasmo la propuesta de Boasso.

El concejal del bloque Intransigencia y Renovación Radical propuso otorgar ahora un 20 por ciento de aumento, y dejar para más adelante el tratamiento del 12 por ciento restante que surgió del estudio de costos del Ejecutivo. "En noviembre, y con tiempo se podría volver a tratar, y de esta manera sacaríamos también el tema del paño electoral, que ensombrece todo, y a la vez solucionaríamos el conflicto", precisó Boasso, quien además fue el encargado de señalar que a la presidenta de la comisión de Servicios Públicos, Clara García (PS), con quien estuvo reunido, su idea le pareció "una salida posible".

Pese que algunas informaciones consignaban que el titular del bloque del Frente para la Victoria, Arturo Gandolla, no iba a participar de la sesión de hoy; desde el bloque aseguraron a este diario que el edil justicialista estará presente en el recinto. A la hora de los números, la oposición contaría con los votos de 11 concejales -los 8 que ya tendrían decidida su negativa, y los 3 que aún continúan estudiando la iniciativa Ejecutivo pero que no la acompañarían- lo que obligaría al presidente del cuerpo, Miguel Zamarini, a tener que desempatar.

En tanto, la postergación del tratamiento del mensaje del Ejecutivo en la comisión de Servicios Públicos motivó una dura declaración del secretario general del sindicato de peones de Taxis. "Están enardeciendo a la gente, yo creo que una vez más demuestran el bajo nivel que tienen algunos políticos, en este caso los concejales que están en la oposición. Están buscando que esto estalle, y de esta manera pasarle una factura al intendente o al oficialismo usándonos a nosotros", señaló Boix.

La concejala del FpV, Norma López, dijo que "el que decidió enviar un aumento de la tarifa con un servicio malísimo, y sin saber cuál iba a ser la respuesta entre sus propios concejales y que hayan tenidos que salir a buscar consensos para poder sostener un despacho, fue el intendente con los concejales del Frente Progresista". Según la vicepresidenta del cuerpo, los dichos de Boix constituyen "una irresponsabilidad absoluta, no tenemos por qué estar de acuerdo con un aumento en la tarifa que va en detrimento del bolsillo del ciudadano cuando la calidad del servicio no es buena, y cuando el Estado sigue sosteniendo que una jornada laboral tiene que ser de 12 horas. En ese sentido, espero que un sindicato no arriesgue eso".