CIUDAD › LA MINISTRA DE INDUSTRIA, DéBORA GIORGI, EN JOHN DEERE ARGENTINA
La fábrica de tractores y cosechadoras ubicada en Granadero Baigorria amplió la planta para volver a producir quince años después. "Es un ejemplo de la política de sustitución de importaciones que propicia este modelo", explicó la ministra.
› Por Luis Bastús
"La Presidenta nos impone a los miembros de su gabinete que cada día de la gestión hagamos algo por favorecer la generación de valor agregado en origen, para propiciar el arraigo de los jóvenes en sus pueblos y ciudades, para federalizar el país. Quiero ver el primer tractor saliendo de esta planta, porque entonces estaremos cumpliendo con ese mandato", celebró la ministra de Industria, Débora Giorgi, ayer al mediodía en la planta baigorrense de John Deere Argentina. Fue el broche de la ampliación de la fábrica para volver a producir, quince años después, tractores y cosechadoras donde hasta ahora sólo se armaban motores.
Giorgi compartió la mesa con el presidente de John Deere Argentina, Antonio García, los directivos de la empresa Gail Leese y Sergio Fernández, el ministro de Gobierno Antonio Bonfatti, el intendente baigorrense Alejandro Ramos y, en ambas puntas, el diputado nacional Agustín Rossi y el intendente rafaelino y candidato a diputado nacional Omar Perotti. Enfrente y en primera fila, el intendente Miguel Lifschitz, el ministro de Producción Juan José Bertero, la senadora Roxana Latorre, el diputado Luis Rubeo, el titular de Ansés Rosario, Roberto Sukerman y el secretario general del Sindicato de Obreros de la Industria del Tractor, Osvaldo Mattana.
Los invitados que poblaron la carpa montada dentro de la fábrica tuvieron con la ministra un deja vú de las últimas visitas de Cristina Fernández a la provincia. Es que la titular de Industria trazó un análisis de la política nacional para el sector con la vehemente profusión de cifras que expone la jefa de Estado en cada mano a mano con empresarios. Ayer, hubo una breve alusión a las "luces amarillas" que el gobernador electo Antonio Bonfatti dice que se encendieron en la región a partir de la crisis internacional y los cambios que Brasil aplicó a su economía. El ministro de Gobierno y Reforma del Estado escuchó a la funcionaria y luego la saludó con cortesía y sin comentarios. Ella había asegurado que "hay remezones en el mundo, pero estamos preparados".
Giorgi encuadró la inversión de John Deere -estimada en 130 millones de dólares a lo largo de cuatro años- como "un ejemplo de la política de sustitución de importaciones que propicia este modelo iniciado en 2003 por Néstor Kirchner". Eso, más la defensa del mercado interno y el aumento de las exportaciones -dijo la ministra- "es el trípode de la estrategia nacional de inserción en el mundo".
La ministra recordó que la empresa de origen estadounidense había dejado de producir tractores argentinos en 1996, "como consecuencia de una apertura irrestricta de las importaciones que hicieron que hoy todavía el 80 por ciento de la demanda sea atendida con tractores del exterior". En cambio, marcó el 2003 como el año de la recuperación. "Por primera vez en 30 años -resaltó- logramos achicar la brecha con el Producto Bruto mundial. Nuestro PBI creció tres veces desde entonces. Triplicamos las exportaciones industriales, creamos 140.000 pymes, que en el 60 por ciento de los casos están conducidas por empresarios jóvenes. Alcanzamos una tasa de inversión del 24%, la más alta de Latinoamérica". En el período 2003-2010, el sector industrial de maquinaria agrícola aumentó su producción en un 170 por ciento, e incrementó facturación en 577 por ciento, precisó la funcionaria.
El modo de hilvanar la efemérides del 17 de octubre en una fábrica multinacional de agromáquinas fue recordar la gestión de Juan Perón, en 1952, para fabricar el Pampa, primer tractor argentino. Para Giorgi, aquel hito tuvo una relevancia similar a la ampliación de la John Deere en Granadero Baigorria. "No es casualidad. Es convicción de crear las condiciones para generar valor agregado, para generar arraigo con trabajo inclusivo", afirmó la ministra.
En John Deere, todo el acto estuvo impregnado de reconocimiento al modelo kirchnerista. El propio anfitrión, Antonio García, valoró los planes estratégicos agropecuario e industrial, y agradeció "al gobierno nacional favorecer el encuentro del sector público y privado para el desarrollo, para que Argentina se consolide entre los principales proveedores de alimentos que el mundo empieza a demandar con mayor intensidad".
Las nuevas líneas de producción inauguradas ayer harán que en el segundo semestre de 2012 John Deere comenzará a fabricar siete modelos de tractores y cuatro de cosechadoras para el mercado interno y la exportación. Con eso fabricará las unidades terminadas que hoy importa, a razón de 120 millones de dólares anuales. La empresa ya está entre las 30 principales exportadoras santafesinas, pero sólo en cuanto a la producción de motores. Según la firma, su ampliación sumará 300 empleos directos y 1.000 indirectos a los 520 empleados que ocupa en su predio de 40.000 metros cuadrados, en Granadero Baigorria.
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