Jueves, 29 de diciembre de 2011 | Hoy
CIUDAD › LA MUNICIPALIDAD VOLVIó A DESALOJAR A LOS CUIDACOCHES DE PELLEGRINI
El operativo de Control Urbano se debió a denuncias de vecinos. Desde el municipio adelantaron que, en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Social provincial plantearán programas de inclusión para los "trapitos" que viven en la zona.
Por Luis Bastús
La Municipalidad tomará la situación de los cuidacoches no desde la reglamentación de la actividad, tal como proponen algunos como el concejal Jorge Boasso, sino con programas del menú de políticas sociales en conjunto con el Ministerio de Desarrollo Social de la provincia. Lo adelantó ayer a Rosario/12 la secretaria de Promoción Social, Cecilia González, mientras en avenida Pellegrini al 1000, agentes municipales volvieron a intervenir para desalojar a un grupo de jóvenes establecido allí, a raíz de denuncias de desmanes y acoso a automovilistas que estacionan en esas cuadras. En tanto, el subsecretario de Prevención y Seguridad Ciudadana, Luis Baita, ratificó la negativa oficial a legitimar ese trabajo informal con un registro de cuidacoches. "No es la solución, no vamos a estimular esta virtual privatización del espacio público", dijo el funcionario. Boasso, por su parte, apretó: "A Fein, al negarse a reglamentar, no le queda otra que reprimir".
Una brigada de Control Urbano decomisó ayer por la mañana ropa y colchones de una decena de jóvenes que habitan la vereda de la avenida, entre Sarmiento y la plaza López. La razzia no tuvo el desenlace del lunes, cuando habían sido detenidos siete jóvenes de una veintena que resistió a los inspectores y policías que habían ido a desalojarlos. Los denominados "trapitos" ese día quemaron un contenedor de residuos y una valla de madera como protesta por lo que consideran una persecución. Y a poco de haber sido desalojados, retornaron al lugar y a su actividad.
Una nueva denuncia presentada ante las autoridades municipales acusó a estos jóvenes de exigir de modo amenazante a los automovilistas un dinero determinado para dejarlos estacionar. Hablan de requerir hasta 20 pesos durante la noche, de molestar al vecindario y otras imputaciones que, sin embargo, no todos los comerciantes de la zona comparten. Los denunciados desmienten esa acusación y juran su vocación de integrarse al vecindario en el que intentan sobrevivir. "Pedimos una propina a voluntad, y no molestamos a nadie. Preguntá en la cuadra. Acá vinieron y nos llevaron los colchones. ¿Adónde quieren que vayamos? Déjennos ganarnos la moneda", planteó Mario, el más antiguo de los cuidacoches de la zona.
"Hay situaciones diversas en la historia de esos jóvenes. Algunos provienen de Villa Gobernador Gálvez, otros de Molino Blanco, barrio Alvear. Precisamente, mañana (por hoy) tendré una reunión con los operadores de calle para evaluar los casos y determinar desde qué programas de la Secretaría y de Desarrollo Social de la provincia los abordaremos para trabajar su inclusión", reveló González. La funcionaria explicó que apelará a la cartera provincial porque allí existe un programa específico sobre reinserción de ex convictos, situación que atañe a algunos de estos jóvenes.
La intendenta Mónica Fein ha planteado su desacuerdo con crear un dispositivo de control de cuidacoches a partir del reconocimiento formal de su trabajo. "Hay que buscarles alternativas, no formalizar una actividad que no es la mejor ni para quienes la realizan ni para los demás", dijo.
Ayer le contestó Boasso: "Se equivoca Fein. Al pensar así no tiene otro camino que la represión", analizó por LT8. El concejal radical recordó un proyecto suyo acerca de crear un registro voluntario de cuidacoches. "Se tendrían que identificar con una pechera, un número, la foto y el nombre y apellido, y una inscripción que diga «contribución voluntaria». Con eso se logra que la persona identificada se cuide. Así no le damos la impunidad que tienen los apretadores que funcionan como cuidacoches porque sabrán que ante cualquier barbaridad será denunciado. Hoy son NN, personas que no tenés idea de quiénes son", opinó.
Luis Baita rechazó la apreciación de Boasso. "Invitamos a retirarse a personas que acosan a vecinos, que causan desmanes, tomando cerveza, destruyendo mobiliario público. No es represión, es preservar el interés de todos. Nosotros intervenimos a partir de una denuncia puntual, como ha sucedido en este caso. La gente elige su forma de vida, el Estado la respeta y ayuda en diferentes acciones de promoción social, pero no puede aceptar actitudes como la coerción hacia los automovilistas. No deben usurpar el espacio público", planteó Baita. El funcionario aseguró que a lo largo del año el municipio intentó abordar grupos de cuidacoches desde Promoción Social, pero no resultó. "No aceptaron. Ellos pretenden vivir en un lugar público", señaló. Final abierto.
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