La madre de Andrés Arduvino, el joven de 23 años asesinado en la casa de un letrado en un supuesto intento de robo en Montevideo al 1600 afirmó que el dueño de la vivienda conocía a su hijo y que hubo un tercero en la escena del crimen. "Le cortaron los testículos", aseguró Daniela Arduvino, quien reveló además que a su hijo "lo llenaron de agujeros, eso no es legítima defensa". Sin embargo la abogada defensora de Fabián Casarini, Marta Macat dijo que esas versiones son una "infamia" y reiteró que su cliente actuó como respuesta a una agresión en su casa.

Un nutrido grupo de familiares y amigos de la victima se movilizaron ayer ante Tribunales provinciales para reclamar Justicia, luego que la madre de la víctima se reunió con la fiscal de la causa Cristina Herrera.

"Queremos saber qué pasó ahí adentro", reclamó la mujer parada en al vereda de Montevideo al 1600. "Mi hijo tenía antecedentes por escruche y estaba en rehabilitación (por adicción a drogas) con metadona", dijo la mujer como explicación del contexto que uniría a ambas partes. Sin embargo, la madre del joven muerto dijo no tener "ni la menor idea a qué fue" a la casa del letrado, aunque señaló que "era normal" que otras personas vayan esa vivienda a la noche.

"Supongamos que mi hijo sí le quiso robar (como dice la defensa), ¿qué paso que no llamaron al 911?, ¿dónde está la denuncia?", dijo y agregó que el cuerpo de Andrés Arduvino quedó con "cortes en manos, brazos, cara y testículos".

"Quiero saber ﷓continuó﷓ quién fue el animal que hizo tremenda cosa, no tienen la menor idea de cómo estaba mi hijo". "Había más de una personas ahí adentro", afirmó y aunque no precisó quién, dijo tener "sospechas" de que se trataba de otro abogado.

"Si hay un hecho pasional no lo sé, pero lo que sé es que le dieron tantos agujeros a mi hijo que lo de la defensa no puede ser", agregó.

Además, contó que la pareja de su hijo, de 24 años, que estaba afuera de la casa, lo ayudó a salir de la casa muy mal herido. "Como pudo él corrió hasta la ventana y la mujer lo sacó", dijo.

De igual modo frente a las cámaras de Canal 3 otra integrante del grupo aseguró que "según nos contó un policía de Homicidios, Andrés quiso escaparse por la puerta pero lo arrastraron otra vez hacia adentro. Esto se puede ver por los rastros de sangre".

Por su parte la abogada defensora Marta Macat respondió las acusaciones en Radio 2 y contó que su cliente está en "libertad con restricciones" tras declarar durante dos horas en Tribunales. El letrado tiene que presentarse periódicamente en el Tribunal y se fijó una tercera persona como garante.

La mujer dijo que su defendido actuó como "cualquier persona que en una noche encuentra a otra adentro de una casa y actúa en legítima defensa; estaba durmiendo y encuentra un extraño en su casa, que se avalanza y tiene un cuchillo".

Según su relato, el dueño de la vivienda arrebató el arma blanca y tras una pelea terminó con la vida del supuesto ladrón. Al abogado, por ahora acusado de homicidio, "no se le conoce ningún tipo de violencia ni de antecedente penal y tiene ingresos acorde al ejercicio de la profesión". "Está con toda la carga emotiva de lo que tuvo que sufrir", agregó.

Por otro lado, negó que haya existido un tercero en el lugar y que su cliente conociera a la víctima. "Eso es carne podrida", aseguró Macat.

"Mi defendido estaba durmiendo sólo en su casa, nada más. Lo otro es todo infamia e injuria. Es indignante ver cómo se puede difamar a través de los medios", dijo. Además, afirmó que Arduvino forzó los cercos de una ventana e ingresó por allí. Sobre la cantidad de heridas provocados por el matador a la víctima fatal, serían al menos ocho, Macat argumentó: "Mi cliente no sabe apuñalar y no había luz".

La Comisión de Libertad de Expresión del Sindicato de Prensa Rosario expresó ayer su "profunda preocupación por el desalojo de tres periodistas ﷓de los diarios La Capital, El Ciudadano y Rosario/12﷓, del edificio de los Tribunales por disposición de la jueza de Instrucción Nº 12, Mónica Lamperti. Los trabajadores de prensa estaban en el pasillo al que dan las puertas de ingreso al juzgado cuando un policía les comunicó que deberían esperar en el exterior del mismo. "Desde el SPR entendemos que el proceder de la jueza Lamperti fue discrecional, arbitrario y autoritario -dice el comunicado-. La magistrada olvidó que el de los Tribunales provinciales es un edificio público y ella no puede disponer del mismo".