Miércoles, 30 de mayo de 2012 | Hoy
CIUDAD › PROCESARON A LOS RESPONSABLES DEL TRIPLE CRIMEN DE VILLA MORENO
El fallo señala que "emergen acciones organizadas que parecen dirimir espacios o ajusticiamientos" y remarca que "las repeticiones de tales actos generan un riesgo social inaceptable".
Por Lorena Panzerini
Los hechos en torno al triple crimen de villa Moreno "son de una gravedad inusual", aunque "no dejan de tener la violencia de otros sucesos que se viene dando en los últimos años", y hace "sospechar que detrás existen otras cuestiones". Así se expresó el juez de Instrucción 7ª, Juan Andrés Donnola, en el fallo de procesamiento de Daniel "Teletubi" Delgado, Brian "Pescadito" Sprio y Brian "Damiancito" Romero, quienes podrían llegar a juicio oral acusados como autores de "homicidio en tres hechos en concurso real, doblemente agravado"; y de Mauricio Palavecino, acusado de "partícipe necesario" de la masacre que dio muerte a Jeremías Trasante, Adrián Rodríguez y Claudio Suárez, el 1º de enero pasado. El magistrado dispuso elevar las actuaciones a la Justicia Federal de Rosario para su investigación en las cuestiones relacionadas con el narcotráfico; al Ministerio de Seguridad provincial, y a la Procuración General de la Corte de Justicia, para "coordinar" la investigación de hechos violentos con "agrupaciones organizadas".
Cerca de las 4 de la madrugada del 1º de enero, una "chata blanca" que circulaba por calle Biedma frenó en la canchita del club Oroño de Dorrego y Presidente Quintana, donde estaban Jeremías, el Patón, el Mono y Marcelo S., quien sobrevivió. De la Renault Kangoo --que conducía Palavecino-- bajaron al menos cuatro personas que alumbraban con linternas; uno tenía chaleco antibalas. Vecinos señalaron que a los gritos, uno de ellos preguntó por Ezequiel --otros testimonios apuntan a un tal "Andresito"--. Tras los disparos, los atacantes subieron a la camioneta y se fugaron.
Los testimonios hablan de entre 30 y 40 detonaciones. Jere y Patón quedaron tendidos en el lugar. El "Mono" logró correr unos metros en medio de la oscuridad levantando las manos y con el cuerpo bañado en sangre. "No nos tiren, no nos tiren; no tenemos nada que ver", gritó mientras pudo, según el relato de su mamá.
Tres testigos presenciales surgen como puntuales en el fallo. El primero "sindica y reconoce" a uno de los atacantes; otro logra divisar a cuatro de éstos; y el tercero hace referencia a tres personas acusadas por otros testigos. Además, las pericias balísticas apuntan a que la metralladora y la 9 milímetros (no halladas) fueron usadas en hechos anteriores.
Según el fallo, luego del ataque al "hijo del Quemado", Maximiliano Rodríguez, que había sido baleado una hora antes, "se produjo una reacción de personas que acuden al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (HECA), en un accionar nervioso e intempestivo que permite inferir que estos allegados y amigos (del herido) saben quiénes son los autores del ataque".
El hecho de acudir en auxilio del herido esa noche "desaparece el resto del día y días posteriores". Ello hace que el juez relacione la matanza en villa Moreno con ese hecho anterior; y con otro suceso ocurrido el 29 de diciembre. "Ese día tenían un motivo demasiado urgente de ejecutar una respuesta de escarmiento sobre quien actuara contra Maximiliano", señala el magistrado. De ese accionar surge el "lamentable error en las identidades de las personas ultimadas, quizás, por entender que eran allegados a Ezequiel "el Negro" Villalba, quien debería ser el destinatario final de las conductas violentas de esa noche".
Para el juez, "existen otras cuestiones que emergen ocultas y que lleva a dirimir el pleito mediante esta metodología, cuando hay desajustes". También habla de "disputas en grupo con armas de grueso calibre que se asemejan, y emergen como acciones organizadas que parecen dirimir espacios, predicamentos o ajusticiamientos a quienes estorbaron decisiones". Además, agrega que "las repeticiones de tales actos generan un riesgo social inaceptable".
Entre las pruebas hay conversaciones telefónicas de las que surge "un marco especial ligado a transacciones en relación al tráfico de estupefacientes". Ello determina que "varias personas, incluido personal policial identificado, podrían tener una relación activa con maniobras relacionadas al narcotráfico; hecho que entorpece el accionar de las fuerzas de seguridad".
El juez dispuso "poner esas actuaciones a disposición de la Justicia Federal". También pone en conocimiento al Ministerio de Seguridad provincial, para que las pruebas sean analizadas allí; y a la Procuración de la Corte para "aunar la investigación de hechos violentos con agrupaciones organizadas que cuentan con una rentabilidad delictiva, poder económico y técnico que muchas veces supera a las propias fuerza policiales y generan espacios peligrosos en lo social".
Donnola --que trabó embargo por 300 mil pesos para cada uno de los procesados que llegarán a juicio-- dispuso además, que el ya procesado "Quemado" Rodríguez sea llamado a indagatoria para "subsanar la ausencia de imputación en las agravantes de participación de un menor y utilización de arma de fuego", que le fueron achacadas a los ahora procesados. El menor es Gerardo "Jeta" M., cuya causa está en la Justicia de Menores.
"Este procesamiento es una primera y parcial victoria en esta larga lucha", señalaron ayer familiares de las víctimas. Además, la querella apelaría para solicitar los agravantes por hecho premeditado y en grupo.
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