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Mientras la intendenta Mónica Fein consideraba tratar hoy quién será el reemplazante de Sebastián Chale en la secretaría de la Producción municipal, continuaron ayer las repercusiones por el alejamiento del radical y su impacto al interior del Frente Progresista. Con matices, el titular de la UCR nacional, Mario Barletta, y el senador provincial socialista, Miguel Lifschitz coincidieron en señalar que el portazo de Chale no tendrá consecuencias. Si bien el ex intendente de Santa Fe planteó que apoyaron la decisión de Chale, condicionó los posibles efectos de la dimisión al considerar que "no es una ciudad más y veremos cómo continúan los acontecimientos". En ese marco, Barletta reconoció que "quizás haya que mejorar el diálogo". El ex intendente de Rosario, en tanto, señaló que el alejamiento de Chale "es un final que estaba anunciado desde la campaña electoral del año pasado", pero que en definitiva se trató de "un hecho puntual que no afecta en nada" el funcionamiento del Frente Progresista. Lifschitz aseguró que "el Frente en toda la provincia y en Rosario está fuerte".

A las declaraciones realizadas ayer a la mañana por los ex intendentes Lifschitz y Barletta sobre la renuncia de Chale, se sumó más tarde el vicegobernador Jorge Henn, quien buscó calmar los ánimos asegurando que se iba a poner a trabajar para "limar asperezas" entre radicales y socialistas. "Los frentes son una construcción que requieren esfuerzos cotidianos. Pero una vez que un frente se plesbicita ante la sociedad uno debe tener claro que en realidad no nos pertenece sino a los ciudadanos que confiaron en ese proceso de transformación", precisó Henn.

Desde el Ejecutivo local analizan el reemplazo de Chale. Desde un primer momento trascendió que le reservarían a la UCR la secretaría de la Producción, y que esperaban que fueran los dirigentes radicales quienes propusieran el candidato. Con un sector del radicalismo avalando y apoyando la decisión de Chale; la intendenta, que pasó de la sorpresa a pedir sin medias tintas coherencia y acompañamiento a los proyectos, deslizaba ayer al término de la teleconferencia con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner que no necesariamente el lugar debía ser ocupado por el radicalismo.

Al ser consultado por la dimisión de Chale, el titular nacional del radicalismo señaló a Radio 2: "Hay en el gobierno de Rosario una situación en la que la UCR no ha llenado las expectativas de llevar adelante una gestión conjunta y esto se tradujo en el alejamiento de Chale. Lo apoyamos, pero es un tema que se circunscribe a Rosario".

De todos modos, Barletta dijo que "Rosario no es una ciudad más y veremos cómo continúan los acontecimientos". Planteó que cuando comenzó la gestión de Antonio Bonfatti se hicieron muchos esfuerzos para que la conformación del Frente "tenga real sentido y se trabaje en forma coordinada. No es sencillo gobernar desde un espacio que está compuesto por distintas fuerzas políticas. Quizás haya que mejorar el diálogo para que la situación sea lo mejor posible".

Lifschitz, quien en diciembre del 2009 designó a Chale al frente de la secretaría de la Producción municipal, aseguró a La Ocho: "Hay que descartar cualquier idea de que esto pueda representar una ruptura del frente, es un incidente muy puntual que no afecta al funcionamiento".

Reforzó su argumentación al señalar que dentro del Frente se "ha avanzado enormemente, la inserción del radicalismo es mayor en el gabinete provincial y también en el municipal". El ex intendente destacó que hay una mesa del espacio político que funciona con periodicidad, y que existe un contacto permanente a nivel de legisladores y de legisladores con el gobierno provincial. "En un país con poca tradición de coaliciones políticas, el frente de Santa Fe es un ejemplo", remarcó.

El senador provincial indicó que la salida de Chale se debió a la decisión de "un sector minoritario de la UCR, que tomó la decisión de ser un opositor frontal al gobierno municipal y provincial".