La tutela de la debilidad jurídica es el objeto de estudio de un programa de investigación de la secretaría de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Los investigadores consideran que la debilidad jurídica es un concepto nuevo y superador de la tradicional protección a la persona. Por tal motivo, plantean como hipótesis de trabajo que no son suficientes ni eficientes los múltiples desarrollos del Derecho Civil clásico, que debe analizar y desarrollar sus estrategias para proteger con herramientas eficaces a sus propios débiles jurídicos. "Hay que encontrar instrumentos para protegerlos, buscar el equilibrio en la protección", señaló a Rosario/12, la doctora Noemí Nicolau, docente e investigadora de la Carrera del Investigador Científico de la UNR.

Los investigadores plantean que en toda relación intersubjetiva pueden existir débiles y fuertes; entre los miembros de una pareja, entre padres e hijos, entre jóvenes y ancianos, entre Estado y ciudadano, entre maestro y alumno, profesor y estudiante, entre los económicamente fuertes y los débiles, entre proveedor y consumidor, la gran empresa y la pequeña empresa, entre médico y enfermo.

También entre los grupos sociales pueden existir débiles y fuertes, por ejemplo, entre países desarrollados y países pobres, entre mayorías raciales y minorías étnicas o raciales; en definitiva, sostienen los investigadores, se trata de una pugna entre poderosos y débiles en la que se manifiestan los despliegues del valor del poder.

El Programa de investigación intenta demostrar que en muchos casos los instrumentos existentes deben ser reformados y que es necesario, además, implementar otros a fin de tutelar a los débiles jurídicos frente a sus propias limitaciones y frente a los demás. Para verificar esta hipótesis, los investigadores trabajaron tres problemas en particular: la debilidad en los acreedores por alimentos, la debilidad en las relaciones de consumo y la de ciertos contratantes no consumidores.

A la hora de establecer grados de debilidades jurídicas, Nicolau apuntó a las relaciones de familia, una de "las más difíciles" es la protección del alimentado frente al alimentante, cuando un padre se niega a pasar alimentos. En el programa de investigación refieren que las mayores debilidades se ubican en la mujer soltera que conforma con sus hijos un hogar monoparental y que no tiene como antecedente una relación estable, en los hijos discapacitados, en los ancianos, y en los convivientes de hecho.

Para los investigadores, en el tratamiento de la debilidad jurídica la situación del consumidor ocupa un lugar especial. Según Nicolau, "la debilidad del consumidor está más asumida, y está suplida fuertemente por las leyes de orden público de Defensa del Consumidor", pero en la investigación destacan que "existen graves carencias y deficiencias que deben ser superadas".

En este sentido, Nicolau destacó que "después de mucho andar, hemos logrado suplir la debilidad del paciente, que a mi juicio es el más débil de todos, ya que se trata de un sujeto que es débil porque está psicológicamente débil. Está estudiado que hasta el hombre más fuerte, cuando se enferma, es un débil niño que necesita protección frente a la aristocracia del saber del médico". De todos modos, la investigadora indicó que "la ley del derecho de los pacientes, que tiene defectos, es un gran avance porque en realidad, desde hace más de 59 años, el paciente siempre estuvo protegido por las reglas bioéticas".

Nicolau confió que no es partidaria de legislar tanto en la relación médico-paciente, porque es una relación muy dinámica donde las leyes se desactualizan prontamente. "La Ley del derecho del paciente es del 2009, y este año se realizó una primera reforma a partir del caso de una nena que la madre quería desconectarla y los médicos se negaban", recordó la docente.

En un trabajo publicado el año pasado sobre la debilidad jurídica en la relación médico-paciente, enfocado al caso de las cirugías estéticas, Nicolau señala que "el modo más eficiente de paliar la debilidad del paciente es imponer deberes y obligaciones muy exigentes al equipo de salud y protegerlo, además, como consumidor o usuario frente a los efectores y empresas de salud".

Lo cierto es que el paciente es consumidor o usuario frente a las empresas de medicina prepaga o el hospital, no así frente a los profesionales liberales de la salud que, como todos los profesionales liberales, están expresamente excluidos del ámbito de aplicación de la ley 24.240, que sólo los obliga por la publicidad que realicen. "En realidad, todo cliente de un profesional liberal tiene derecho a ser informado", precisó Nicolau.

Otra debilidad analizada en el Programa es la que se da entre el administrado frente a la administración. "El derecho Administrativo, en general está pensado para la defensa del Estado, pero también para la defensa del ciudadano frente al Estado. Por eso tratamos de encontrar las herramientas, no del Derecho Administrativo, si no del Derecho Civil, del Derecho Comercial, que parecería que no se tiene que ocupar de las debilidades", señaló Nicolau, quien consideró que en el "último tiempo hay muchas herramientas que se van descubriendo, como las acciones de incidencia colectiva, los amparos, aplicadas a la protección del más débil".