Un hombre de 52 años fue asesinado en la camioneta que conducía, por el disparo de un arma efectuado por un delincuente que se desplazaba en moto. El hecho ocurrió pasado el mediodía en la zona de la Terminal de Omnibus, aunque resultó solo el desenlace de una historia que comenzó a tejerse temprano en la mañana, cuando Julio Bereciartu, el chofer, y Juan Pablo Baggio (25 años, productor agropecuario) llegaron desde Gualeguaychú y dejaron su vehículo en un lugar más que concurrido: la playa de estacionamiento de Paraguay casi Córdoba. Para los investigadores, la esquina es "una zona donde hay varias cuevas donde cambiar dólares". "Por ahí están todos los baruyeros", según el término elegido por la fuente policial para definirlos.

Bereciartu era oriundo de Gualeguaychú y era quien conducía la camioneta 4x4 Toyota Hilux, sobre la que fue abordado por dos hombres en la esquina de Cafferatta y Santa Fe, quienes le dijeron "dame algo, dame lo que tengas", mientras estaba parado en el semáforo frente a la Terminal "Mariano Moreno".

Según el relato de fuentes policiales, cuando la camioneta se estacionó en el semáforo de Santa Fe y Cafferatta algo les rompió el vidrio y enseguida se acercaron en una moto de 125 cc dos jóvenes. El ocupante de la parte trasera de la moto se bajó y rompió la ventanilla del lado del conductor, quien habría forcejeado con el delincuente. En esa circunstancia, el agresor efectuó un disparo que perforó el techo de la camioneta y, tras otro forcejeo, volvió a disparar, pero esta vez la bala impactó en la axila del conductor. Luego los jóvenes se dieron a la fuga, mientras la camioneta avanzó unos cien metros, luego de lo cual el hombre que manejaba empezó a sentir que le dolía. "Me duele, me dieron", alcanzó a decir el conductor antes de detener su marcha.

Inmediatamente llamaron a la ambulancia, que lo trasladó hasta el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez, donde falleció minutos después producto del disparo que se introdujo en la parrilla intercostal izquierda.

Bereciartu estaba acompañado por el joven Juan Pablo Baggio, hijo del conocido empresario de Gualeguaychú, Rufino Pino Baggio, para quien desde hace dos meses realizaba negocios en el rubro agropecuario luego de haberse desvinculado de la empresa RPB.

El relato de Baggio, no cerró de inmediato a los investigadores, que sospechan que sobre la camioneta había dinero, tal vez dólares, que al cierre de esta edición no habían sido denunciados como sustraídos. De igual manera alrededor de las 19, el juez de instrucción Javier Beltramone había ordenado que el joven fuera llevado a la zona donde estuvo durante el día, para mostrar los lugares donde ingresó, donde almorzó y certificar así su historia.