El ex jefe de policía Hugo Tognoli se corrió ayer del ojo de la tormenta del llamado "narcoescándalo" y fue el sector político el que dio la nota. Siete legisladores nacionales del Frente para la Victoria, acompañados por el presidente del Partido Justicialista, José Luis Freyre, se fueron antes de que empezara la reunión con el gobernador Antonio Bonfatti, porque el mandatario rechazó el pedido de que la prensa presenciara el cónclave en torno a la situación del narcotráfico y la presunta complicidad policial. "¿Qué hay que esconder? La situación es grave como para reunirse a escondidas, y no vamos a ser cómplices de eso", dijo el presidente del bloque del PJ en Diputados, Agustín Rossi. En tanto, desde el Frente Amplio Progresista (FAP) acusaron que los justicialistas "buscan una desestabilización". Al salir del encuentro para analizar el panorama policial, el ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, aseguró que "si sigue funcionando en base al sistema de cajas, es una policía que no tiene futuro". El ministro de Gobierno y Reforma, Rubén Galassi, planteó que "la responsabilidad del combate al narcotráfico es de las fuerzas federales", y aseguró: "Vamos a hacer todo lo que sea necesario; no tenemos cola de paja".

Poco después de las 9.30, los legisladores peronistas que habían ingresado a la reunión recordaron que el día anterior habían solicitado que la prensa presenciara el encuentro para analizar la crisis institucional que provocaron las denuncias contra Tognoli; y ante la negativa del gobernador, decidieron no participar.

A menos de diez minutos de haber ingresado al encuentro en el primer piso de la sede de Gobierno, los legisladores del PJ volvieron a cruzar la puerta por la que habían entrado y anunciaron el retiro. "La población tiene que saber claramente qué pasa en la provincia, y no escuchar después los relatos que se arman tras una reunión. A Tognoli lo designó (el ex gobernador Hermes) Binner y lo confirmó Bonfatti: las responsabilidades las tiene que asumir. Este pedido lo habíamos planteado ayer (por el jueves) en un documento. No tenemos que esconder nada. Tenemos al jefe de policía preso; el que nos tenía que cuidar a todos los santafesinos hasta la semana pasada", justificó Rossi sobre el portazo; y diferenció: "A nivel nacional no hay ninguna reunión del gobierno que no se haga en presencia de la prensa".

"Basta de excusas", respondió Rossi a la consulta de un periodista acerca de que el gobierno dice haber heredado la policía de la gestión justicialista en la provincia. "Hay que dejar de buscar excusas y ponerse a resolver el problema. El gobierno se viene equivocando: la confirmación de (el jefe de Policía de la provincia, Cristian) Sola; y el ministro de Seguridad no pasa por su mejor momento: ayer (por anteayer) condicionó en la Legislatura provincial que no haya medios y eso no fue una buena señal. Pusieron al zorro a cuidar el gallinero. Pusieron de jefe a quien estuvo en Drogas Peligrosas, y ahora está involucrado en el delito que tenía que evitar", disparó. Al mismo tiempo, hizo referencia a la nota publicada ayer en el diario La Nación en la que "Lamberto reconoce que no controla la policía".

Los primeros en reprochar la actitud justicialista fueron los diputados Juan Carlos Zabalza, del FAP; y Carlos Comi, del ARI - Coalisión Cívica, quienes plantearon que "hay que estar alerta", y hablaron de "intento de desestabilización". Para Comi, el portazo fue "un circo". "La actitud es de show. Tiraron nafta al incendio. Queríamos acordar con el Gobierno Federal que es el responsable de la lucha contra el narcotráfico y preguntar por qué las fronteras son un colador, por qué no hay radares, por qué sacan a Gendarmería de Santa Fe y se la llevan a otro lugar". Además, dijo: "Somos conscientes del rol de los medios; pero hay reuniones que pueden ser con prensa y otras en las que se puede informar después".

Para la diputada Alicia Ciciliani, el PJ "le dio un portazo a todos los santafesinos".

Por su parte, Galassi consideró que "fue una falta de respeto al gobernador y demuestra que a la hora de poner el hombro con un tema como el combate al narcotráfico hay poca voluntad. Perdieron una oportunidad de compartir líneas de trabajo. En Santa Fe, las fuerzas federales son responsables del narcotráfico y han hecho diez procedimientos con 20 detenidos". Consultado sobre posibles desplazamientos en el corto plazo, Galassi respondió que "en todas las investigaciones que tienen carácter judicial, los policías han sido desplazados. Vamos a hacer todo lo que sea necesario; y en eso no tenemos cola de paja". Sobre el motivo por el que no dejaron ingresar a la prensa, señaló: "En muchas situaciones se tienen que definir líneas de acción o trabajo. Después se informa".

EL diputado justicialista, Omar Perotti, señaló que "la política tiene que dar una señal clara en la conducción de la fuerza; y esto no se construye encerrados".

Lamberto, en tanto, esperó que finalizara el encuentro --que continuó hasta pasado el mediodía con diputados del FAP y del ARI-- para hablar con la prensa. Tras admitir que "son tiempos complejos" e indicar que en la reunión se habló de las medidas "casi históricas" tomadas "con firmeza sobre el control de las fuerzas policiales", ratificó a Sola en el cargo. También resaltó que anteanoche se dispuso la remoción del jefe de Drogas Peligrosas, Oscar Romero --que fue detenido (ver aparte)--, y de otros 22 altos mandos del área, aparentemente por el faltante de una ametralladora. "Todos aquellos que quieran colaborar con la transformación estarán en la fuerza; y los que no, se irán". Al mismo tiempo, aseguró que "si (la policía) sigue funcionando en base a cajas, es una fuerza que no tiene futuro". Y agregó: "Creemos que a la policía hay que controlarla, y para eso creamos la Secretaría de Control".