A cuatro años de la ordenanza que busca disminuir la cantidad de basura que llega al relleno sanitario en Ricardone, el Taller Ecologista y la agrupación Los Verdes, de Rosario, realizaron un informe en el que advierten que no solo no se alcanzaron las metas, sino que aumentó la cantidad de residuos que se genera diariamente. Para este 2012, al que le quedan pocos días, "se debería estar alcanzando una reducción del 25 por ciento respecto al valor registrado en 2006, que fue de 247.722 toneladas", recordaron las organizaciones sobre la meta de Basura Cero. Aunque la Municipalidad todavía no dio a conocer los números de este año, Mirko Moskat y Gonzalo Gorostarzu, representantes de las agrupaciones, recordaron que en 2011 "se registraron 284.651 toneladas de residuos"; por lo que desde la aprobación de la ordenanza, a fines de 2008, "la basura enviada al relleno de Ricardone aumentó año tras año. No podemos suponer que haya cambiado la situación, ya que desde el Ejecutivo hubo muy pocas acciones", lanzaron.

La ordenanza Basura Cero (8335), que obliga al Ejecutivo a establecer programas para reducir los residuos del relleno sanitario de Ricardone, la Municipalidad "sigue en deuda", lamentaron las organizaciones que forman parte del comité de seguimiento del programa. "Esta deuda es principalmente de gestión. Separar residuos no se trata sólo de cambiar nuestros hábitos, sino también de qué servicios y acciones se desarrollan para un sistema integrado de recuperación. Las decisiones de fondo no se pusieron en discusión de manera abierta", plantearon.

Por su parte, el concejal del PSA, Alberto Cortés, que participa de la comisión de seguimiento, coincidió con las organizaciones ambientalistas y vio como "un posible primer paso" la medida tomada para incrementar las islas de contenedores. "Es evidente que hasta aquí, la actuación fue insuficiente", aseguró.

Moskat y Gorostarzu hablaron de "momento crucial" en el programa de reducción. Señalaron que durante el año "se hicieron varios reclamos respecto al proceso licitatorio del pliego de recolección, pero la respuesta fue poco más que un silencio. Por allí pasan las grandes líneas definitorias de la gestión, y la discusión fue limitada y condicionada". Al mismo tiempo, resaltaron que hace pocos días, "se salió repentinamente del mutismo para anunciar que la licitación se definirá antes de fin de año", casi dos años después del relanzamiento, y a cuatro del pliego vencido en febrero de 2008.

En vísperas de los feriados por las fiestas, las organizaciones reflexionaron también sobre los inconvenientes ocurridos días atrás, cuando no hubo servicio (el 15, por el Día del Recolector; y el 19, por el acto de la CGT en Buenos Aires), y la ciudad amaneció con importante cantidad de basura en las calles. "Lo más evidente es la desaprensión de muchos ciudadanos sobre el manejo de los residuos y el cuidado del espacio público. Pero esto no puede desvincularse de que en todos estos años hubo una política de gestión de los residuos que, aunque discursivamente apeló a la responsabilidad, implementó un sistema que genera lo contrario: los contenedores y el sistema de recolección más bien des﷓responsabilizan al ciudadano sobre los residuos que genera: le garantiza una manera de ocultarlos rápidamente de la vista". Y lanzaron una visión para la reflexión: "Nos incomodamos cuando vemos y olemos la basura cerca, pero nos olvidamos de ella cuando es trasladada lejos y afecta a otras personas". La situación, "puso en imágenes la cantidad de basura que se genera, recreando una muy pequeña muestra de lo que sufren a diario los vecinos del relleno sanitario de Ricardone, donde terminan los 800 mil kilos diarios de basura que producimos los rosarinos. No podemos evitar pensar en si hay alguna relación entre estos hechos y el interés de la empresa que quedaría afuera del negocio de la recolección".

Las organizaciones plantearon coincidencias de criterio con la Municipalidad, pero apuntan mejorar la implementación. "El programa de Hogares Verdes es interesante, pero su escala es muy baja, lo que hace difícil que incida significativamente. El objetivo era llegar a fin de año con mil hogares involucrados (alrededor del 0,3 por ciento). Es un paso adelante y es valioso el compromiso de las familias y organizaciones involucradas. Pero es preocupante que la Municipalidad siga sin articular una política coherente y de mayor alcance".

Frente al anuncio de incrementar las islas de separación, a principios de este mes, Los Verdes y el Taller Ecologista señalaron que el nuevo impulso a la separación en origen con cambios en la modalidad de islas, "responde a la demanda de muchos ciudadanos". Sin embargo, lamentaron que "no hubo otros avances destacables", más allá del proceso de instalación de la planta de separación y compostaje. "El modelo de tratamiento que plantea el proyecto, con separación en planta y no en origen, no es adecuado para lograr una gestión realmente sustentable de los residuos. Pero incluso, si lo consideramos un avance (con algunos reparos lo es), no podemos dejar de constatar los largos tiempos que median entre los anuncios y la materialización del proyecto: el primer anuncio se hizo a mediados de 2007".

En el balance, en materia de residuos, las organizaciones plantearon inquietudes: "Qué sucederá con la modalidad de separación Puerta a Puerta. Muchos municipios de Argentina y otros países apuestan a estos sistemas para garantizar una buena separación, considerando que los contenedores no dan buenos resultados. Es preocupante que en distintos momentos se haya sugerido la posibilidad de dar de baja esta modalidad". Y apuntaron a los residuos orgánicos, que representan "casi la mitad" del total. "Se dijo que en 2013 la ciudad comenzará a separar residuos orgánicos. Pero hasta el momento no se ha dicho cómo. El sistema de contenedores complejiza la logística de disposición inicial y recolección necesarios para sostener la separación. No hay demasiada previsión acerca de cómo se operativizará esta incorporación de la fracción orgánica".

Por otro lado, remarcaron que las organizaciones intentan "aportar elementos y sugerencias para avanzar en el cumplimiento de la ordenanza. Valoramos los intercambios con el Ejecutivo y concejales, pero sentimos que debatimos sobre pequeñeces mientras las grandes decisiones pasan por otro lado. Hace más de un año que empezamos a pedir una audiencia con la intendenta, Mónica Fein, sin respuesta hasta ahora. Está en manos de los funcionarios decidir si llegaremos en algunos años a situaciones límite como la que vive hoy el área metropolitana de Buenos Aires, o si reaccionaremos a tiempo", concluyeron.