"Robo y hurto calificado". Bajo esa imputación, el juez de Instrucción N°9 Javier Beltramone mantiene detenidas a unas 55 personas, de las cuales 15 son mujeres, tras los robos violentos cometidos entre jueves y viernes en distintos puntos de la ciudad. Para el magistrado, fueron "hechos cometidos en banda y con algún tipo de arma que merecen penas de entre tres y diez años de prisión". En tanto, el Ministro de Seguridad Raúl Lamberto saludó que se haya podido tener "diálogo" con el gobierno nacional en la resolución del conflicto. "Son temas que se deben acordar colectivamente, lo que sucedió en Rosario pasó en todo el país. Fueron saqueos pero también vandalismo y es bueno tener una mirada de lo que está pasando en el país para abordarlo con mirada colectiva", reflexionó en diálogo con el programa Alta Fidelidad de Radio 2.

La furia quedó atrás. Justo en la antesala de la Navidad, la ciudad recuperó su calma y se abre ahora el proceso judicial al que deberán someterse los 55 detenidos que aún quedan a disposición de la justicia, en su mayoría alojados en penales, ya que tenían otros antecedentes. Beltramone indicó que se encuentran imputados bajo el tipo de delito "robo y hurto calificado" porque han sido "detenidos in fraganti llevándose enseres ajenos a cualquier cuestión social". "Si bien el delito es el mismo para cualquier tipo de víveres, cuando vemos que se llevan televisores de alta gama o wiskys importados la situación no es la misma", señaló el juez. Lamberto, por su parte, consideró que es "inusual" que al día de hoy haya detenidos. "No es menor que haya gente detenida, si se retrotrae a otros años esto no sucedía. Pasaba la supuesta protesta social y no había detenidos", apuntó el funcionario provincial.

El titular del Juzgado de Instrucción N° 9 negó que los hechos violentos tengan similitudes con los saqueos de 1989 y 2001, como desde algunos sectores se intentó instalar. "Se trata de un hecho violento, de robo calificado porque se actúa en banda o bajo una determinada situación. Macroeconómicamente el país está distinto y pese a que la realidad puede ser compleja la situación hoy es muy distinta", explicó Beltramone.

La palabra "narcotráfico" sobrevuela los violentos sucesos. Pero desde la justicia y desde la provincia eluden afirmarlo y remarcan que "no hay elementos que lo prueben". Sin embargo, la denuncia ya se sostiene desde algunos sectores como el Movimiento Evita, espacio al que pertenece el diputado Eduardo Toniolli, quien manifestó que en el entramado de los hechos se esconden bandas de narcotraficantes. Lamberto declaró en sintonía con el juez Beltramone y prefirió ser cauteloso. "Creo que hay que seguir investigando. Soy muy prudente porque el tema merece que así lo sea. Seguramente tuvo alguna logística porque son muchos los que comentan que hubo motos, Audis negros y autos Polo grises tanto en Villa Gobernador Gálvez como en Rosario".

"Se ha calmado mucho la situación", aseguró Beltramone y si bien Lamberto apuntó que ayer era "prematuro hacer un análisis político", otras fuentes del gobierno provincial subrayaron que muchos vecinos mencionaron el malestar de "los llamados soldaditos por el accionar público vinculados a la política antidroga" que se "habían movilizado y habían salido a la calle tanto en la zona oeste como la zona sur".

Por otra parte, el ex gobernador Hermes Binner opinó que los episodios del viernes fueron "una situación vandálica que sale de la propia sociedad" y que "no están ligados a la pobreza". "No me dio la sensación que los saqueos hayan estado ligados a la pobreza, lo que no quiere decir que no haya pobres. En general, cuando vivimos una situación vinculada a la pobreza la gente se lleva alimentos, leche, carne, etc.", indicó el líder del Frente Amplio Progresista (FAP).