Comerciantes y empleados consensuaron que en los seis días no laborables que se acumulan entre Semana Santa y el 2 de abril, los negocios no abrirán ni el viernes 29 ni el martes siguiente. A cambio, el sindicato no promovería acciones de presión gremial como la que ejerció en el último feriado. Desde la Asociación de Empleados de Comercio igualmente no descartaron tomar la calle si perciben que no se respeta el marco acordado. El extenso fin de semana largo preocupa y molesta a los empresarios, y los lleva a desmentir el concepto de que Rosario es una ciudad turística. En casos como éste, sólo algunos rubros hacen su agosto y la mayoría sólo ve caer sus ventas ante los costos fijos. Sobre todo, en los barrios, donde no se arrima ni un solo visitante.

El presidente de la Asociación Empresaria, Ricardo Diab, afirmó que el plenario de la entidad acordó con el gremio mercantil respetar los feriados patrios, por lo que se respetará el viernes santo y el martes 2 de abril, día de Veteranos y Caídos en Malvinas, como no laborables. En cambio, según Diab, el gremio no realizaría movilizaciones como las del mes pasado, que intimidaron a algunos comercios chicos. "Todo dentro de la ley laboral por la que el trabajador no está obligado a trabajar en un feriado, y que si concurre, voluntariamente, debe cobrar doble jornada", aclaró. Y adelantó que patrones y empleados van a elaborar un calendario común a futuro para armonizar posiciones respecto a este asunto.

De fondo, la actitud de los shoppings es una espina, tanto para la AER como para el sindicato que conduce Luis Battistelli. Puesto que su funcionamiento constante aún en viernes santo y martes 2 de abril, deducen, le quitará ventas a los comercios que sí acceden a cerrar los domingos, por ejemplo. Ayer desde la Asociación de Empleados, pese a lo dicho por Diab, no descartaron movilizarse durante el fin de semana para instar a respetar el descanso dominical y los feriados.

El titular de la AER expuso su incertidumbre porque la actividad comercial viene de "un febrero muy duro", con jornadas no laborables y ventas flojas. "Hay empresas que tienen resto para aguantar, pero hay muchos comercios de menor envergadura que no facturan ni para afrontar los gastos fijos", se alarmó. Para el referente empresario, el sector pierde en Rosario durante los fines de semana largos, a pesar de los números que suele propalar el Etur al regreso de cada uno. "A nivel general el balance no es positivo si medimos lo que sale y lo que entra a la ciudad. Y como no hay corredores turísticos como en otras ciudades, muchos rubros quedan afuera y ni hablar de los barrios, donde el turismo no llega", analizó. En cambio, sí puso expectativas en eventos puntuales como el rally Dakar, que largará desde el Monumento a la Bandera en enero próximo. "Eso sí ha sido un gran logro de la Municipalidad y reportará beneficios reales, pero no nos engañemos: Semana Santa no", dijo. Diab recordó que en la semana que la zona de Sarmiento y Rioja estuvo sitiada por el acampe de la Corriente Clasista y Combativa, los comercios más cercanos vieron caer su facturación a cero, y en los aledaños las ventas decayeron 50 por ciento. "Es posible que ese sea el descenso de ventas en el próximo fin de semana largo", se preocupó.

Fabio Acosta preside la Federación de Paseos Comerciales, aunque sin personería jurídica. Pese a no contar con el reconocimiento institucional, él opina parecido respecto de la minivacación que se avecina. "Rosario para estas fechas se convierte en desierto porque no es un polo turístico, es un centro cívico cultural. Se debe potenciar el atractivo urbano durante los días hábiles, que son los que verdaderamente movilizan la actividad económica de la ciudad", planteó.