CIUDAD › MATó A SU HIJO DE CUATRO AñOS
› Por Lorena Panzerini
Un mes después de haberse separado de su esposa, Julio atacó anteanoche a puñaladas a dos de los hijos en común y mató al más pequeño, de cuatro años. Otra de sus hijas, de 14 años, despertó a la una de la madrugada y no vio a su hermano en la cama que compartían los tres, se levantó y se encontró con la aterradora escena, en una habitación contigua. Aunque fue también atacada por su padre, con un cuchillo tipo tramontina, logró llevar a su hermanito hasta el comedor del frente y huyó de la casa a pedir ayuda a los vecinos. Cuando llegó el servicio de emergencias ya era demasiado tarde para el niño. Al escuchar a la policía, el hombre de 45 años, en estado de ebriedad, reclamaba que le tiraran agua, mientras se sostenía de unos cables que colgaban del techo de la vivienda, en estado de abandono. El hombre dejó una nota que daba cuenta de una aparente infidelidad de la madre de los chicos, que habría provocado la separación, para justificar de esa manera el brutal crimen. "Pudo haber sido una venganza", dijo la fiscal Graciela Argüelles, que hoy indagará al acusado.
La tragedia que conmocionó anteanoche a la zona norte, sucedió en una vivienda con varias dependencias, de calle Esquivel 1271, donde vivían tres hermanos del agresor, en la parte de adelante, y Julio C. con sus tres hijos y su esposa, al fondo. Hace un mes, la mujer se fue de la casa con sus hijos, el niño de cuatro años, la adolescente y otro varón, mayor. "Aparentemente había un problema del hombre con el alcohol", dijo la fiscal.
Anteanoche, los tres hijos de la ex pareja cenaron con Julio en la vivienda; el mayor se fue porque no había lugar para que se quedara a dormir. El padre y los dos hermanos compartieron un colchón en la habitación. Alrededor de la 1 de la madrugada, la adolescente "acostumbrada a dormir abrazada a su hermanito", se despertó y al no ver a los varones en la cama salió del dormitorio. En la casa, separada por un patio en el medio, dormían dos hermanos del agresor, que no escucharon nada hasta que la nena gritó cuando vio a su hermanito tendido en el suelo de una habitación contigua, sobre una cantidad de objetos tirados.
Julio intentó apuñalar a la chica, pero ésta logró llevar al chiquito malherido al comedor de adelante, salió corriendo de la casa y pidió a gritos ayuda a los vecinos. En el forcejeo con su padre, fue herida en un brazo, pero la lesión no revestía gravedad.
Cuando personal policial llegó a la vivienda, el hombre intentaba electrocutarse con unos cables sueltos, dentro de la casa.
Según indicaron fuentes policiales que asistieron al lugar del hecho, había antecedentes de amenazas por parte del agresor, aunque no se pudo especificar si existieron desde antes o después del divorcio.
Ayer por la mañana, la jueza Alejandra Rodenas y la fiscal se constituyeron en la vivienda que se encontraba en un "terrible estado de abandono", con escasas condiciones de higiene. Argüelles indicó que Julio había dejado una nota "diciendo que los iba a matar (a los chicos) porque la esposa andaba con otro hombre. También pide que dios lo perdone".
El agresor está detenido y hoy será indagado por la jueza Rodenas. Ayer, cuando personal de la comisaría 10º lo sacó de la casa, los vecinos intentaron lincharlo.
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