Cuatro empresas se encargarán de la demolición de las dos torres de calle Salta 2141. Dos firmas son locales y las otras dos con sede en Buenos Aires. El subsecretario de Planeamiento municipal, Eduardo González, estimó que "van a pasar entre tres o cuatro meses para llegar a una limpieza total del lugar, de acomodamiento, hasta llegar al cero", en la zona de la explosión del martes 6 de agosto. González no quiso revelar cuáles son las empresas contratadas para los trabajos, aunque aseguró que en la compulsa ponderaron la "mejor garantía de trabajo, más respetuosa y menos traumática". Para tareas más finas, precisas, como tratamiento de partes, cortes de hormigón y apuntalamiento, se requerirá el aporte de "muchas otras empresas más". Representantes de las demoledoras realizaron una última visita a la zona siniestrada el viernes y prometieron enviar esta semana un cálculo de costos. Mañana ingresa a la justicia el pedido de autorización de la demolición.

En el municipio estiman que la respuesta del juez Javier Beltramone demorará aproximadamente una semana. Como una "premisa de trabajo", a todas las empresas se les solicitó que eliminen en primer término, --y lo antes posible--, la torre que da a calle Salta, que al menos por una semana más permanecerá cortada al tránsito. El pedido de las autoridades busca "ir liberando una calzada". "Es como el Pacman, se van comiendo espacios lentamente, para que vuelva a transitarse de la manera más normal posible", graficó González.

"Según lo dicho por los expertos de las empresas, va a llevar un tiempo bastante importante adecuar, asegurar todo lo necesario, como para empezar a iniciar el proceso de demolición. Primero hay que acomodar, asegurar toda la estructura, cortar las cosas que están colgando para poder afirmar el trabajo", explicó González. Por lo pronto, los estados municipal y provincial ganan tiempo elaborando procedimientos de tareas, como para que luego la Provincia, a través del área de Hábitat, encabece el asunto.

Al gobierno provincial y al municipio les aguarda una ardua tarea para recuperar la zona de calle Salta al 2100. González proyectó un trabajo "manual, mecánico y en algunos casos de corte, para poder desarmar toda la estructura" del edificio afectado. Por otro lado, el secretario de Hábitat provincial Gustavo Leone adelantó que a mediados de semana tendrán un cálculo estimado de todos los daños causados. Asimismo, las empresas que se encargarán de las tareas de demolición de las dos torres que quedaron en pie y otros terrenos linderos entregarán entre mañana y pasado un presupuesto.

Es imposible recuperar las torres ubicadas en Salta 2141. "No hay manera", abundó González sobre el informe entregado la semana pasada al municipio. El edificio que tiene frente sobre la calle "recibió mucho fuego y más allá de la explosión, recibió una temperatura que ha deformado todos los elementos, columna, vigas, lozas". Mientras que la construcción trasera "ha tenido sobre todo en la planta baja, en el primer subsuelo, una deformación bastante importante. Hay una loza que está toda rota y a su vez hay una serie de vigas en el primer subsuelo que lo hacen totalmente inestable. Es imposible, está todo tan roto y deforme que hay que demoler", explicó González.

Para completar un trabajo ordenado, los funcionarios se encuentran evaluando "varias propuestas". En una de ellas estudian dejar una línea de trabajo sobre el borde norte del estacionamiento del supermercado La Gallega, para tener una salida por Oroño. A la vez, aunque aun no resolvieron si "en forma conjunta o alternativa", planean tener una salida franca en uno de los dos lotes linderos a la torre siniestrada hacia Balcarce. En cualquiera de los casos, se pretende conectarse con comodidad y seguridad con las vías de comunicación. El objetivo, sin premura, es ir ganando espacios. "Para volver a un estado normal, si se puede llamar así, hasta terminar el trabajo y abrir la calle", señaló González.