Ciento cuarenta trabajadores de la metalúrgica villagalvense Allocco atisban por primera vez una luz de esperanza luego de casi diez meses de cuesta abajo. Lograron del Ministerio de Trabajo de la Nación el compromiso de empezar a cobrar el subsidio del Programa de Recuperación Productiva (Repro) y que la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) cancele una deuda de $1,8 millones que mantiene con la empresa y que serviría para pagar sueldos y acreencias de proveedores. Pero estas novedades no alcanzan para soñar aún. Ayer les aseguraron que no hay capitales interesados en tomar la empresa para reactivarla.

El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, se reunió el jueves con un grupo de trabajadores y les transmitió el compromiso de activar el pago de Repro retroactivo al mes de agosto, y durante doce meses, a razón de 1.500 pesos cada uno.

Lo asombroso es que los titulares de la firma, Marcelo Markous y Amparo Corral, nunca solicitaron ese paliativo para su personal. "Quedó firme el compromiso de iniciar el pago del Repro de manera excepcional porque no tenemos un empresario que lo pida, como manda el reglamento, para cobrar sobre fin de este mes dos meses juntos, agosto y setiembre", señaló el gerente de Empleo y Capacitación Laboral de esa cartera en Rosario, Cristian Recchio.

Por otra parte, Tomada les anunció que la Afip depositará en la cuenta judicial del concurso $1.800.000 que le adeuda a Allocco por intereses de capital. De ese monto, el 70 por ciento se repartirá entre los trabajadores y el 30 irá destinado a proveedores.

"Quedamos en esperar y mientras tanto vamos a creer en esta promesa que nos hace el ministerio. Es un aliciente, pero no la solución. Lo que queremos es volver a producir", dijo ayer Leo, uno de los trabajadores de la empresa que llegó a pisar fuerte en el ranking de las mayores exportadoras santafesinas. "No puede ser que habiendo clientes, con mercados en el mundo, en medio del mayor polo aceitero del mundo, no tengamos futuro", agregó. El miércoles irán a explicárselo a Tomada y a la ministra de Industria, Débora Giorgi.

Los operarios revelaron que ayer un abogado de la UOM les dijo que los posibles interesados en comprar Alloco ya no están, y que la única alternativa es organizarse en cooperativa y tomar la fábrica de maquinarias para la industria aceitera en sus manos, una sugerencia que les despertó sospechas.

El personal no cobra desde el mes de abril y sobrevive con actividades diversas como colectas y eventos a su beneficio. "El último que hicimos nos alcanzó para repartir 200 pesos a cada compañero. Ya hay compañeros que están quedando en la calle con su familia", expuso uno de los metalúrgicos.

Mientras tanto, el concurso de acreedores sigue abierto en el juzgado de Luis Ramunno, y con un pasivo registrado que supera los 100 millones de pesos repartidos entre 260 acreedores. Los trabajadores acusan a la compañía belga que la adquirió en 2010, Demest Ballestra, de haberla comprado para eliminarla como competencia. Su gerente en Argentina es Federico Markous, hermano de Marcelo, uno de los responsables de Allocco. En la planta de Villa Gobernador Gálvez, los obreros custodian el predio para evitar que alguien intente vaciarla.