Con luz verde del Concejo Municipal, desde la organización Las Safinas esperan que la Secretaría de Salud Pública Municipal convoque a las organizaciones no gubernamentales y las áreas municipales a la conformación de la mesa para la elaboración del protocolo de atención ginecológica a lesbianas. La iniciativa que fue aprobada por los ediles a principios de este mes busca mejorar la atención de los profesionales a mujeres lesbianas, trans y bisexuales (LBT). María Eugenia Sarrias, miembro de Las Safinas, reclamó que "la heterosexualidad debe dejar de darse por sobreentendida y la capacitación a médicos debe incluir información sobre la problemática específica" de mujeres que mantienen relaciones sexuales con otras mujeres. Al mismo tiempo, desde el colectivo buscan que se incorpore la perspectiva lésbica en la ley de violencia de género 26.485. "La ley está pensada desde una mirada heterosexista, y nos deja desamparadas a las mujeres LBT", reflexionó Sarrias. Y fue más allá: "Cuando caracteriza a quien ejerce la violencia, apunta siempre a un varón. Esto es un hecho de violencia simbólica, que se convierte en institucional cuando no priorizan ni escuchan y se desatienden los reclamos".

El decreto del Concejo Municipal que aprobó la iniciativa del grupo lésbico sobre la atención ginecológica fue celebrado por las mujeres lesbianas, bisexuales y trans, pero esperan que "antes de fin de año" el área de Salud cite a otras organizaciones interesadas y a las áreas específicas como el Instituto Municipal de la Mujer y el área de la Diversidad Sexual. "Trabajamos esta idea durante cuatro meses, porque es un tema muy sentido: ni los tratos ni el material de difusión ni la forma de prevención planteada atienden nuestras necesidades", dijo sobre la atención médica que reciben mujeres lesbianas.

Cuando Las Safinas --que tienen su espacio dentro de La Toma, de Tucumán 1349-- presentó al Concejo Municipal el proyecto que el edil Gonzalo Del Cerro llevó al recinto, arguyeron que las mujeres lesbianas, bisexuales y trans "no acuden en forma periódica a las consultas ginecológicas, como lo recomienda la Organización Mundial de la Salud". Y señalaron que las "preguntas, diagnósticos y métodos de los profesionales no responden a las realidades de las personas LBT. Se trata de una situación de discriminación que obstaculiza el acceso igualitario al derecho a la salud".

A modo de anécdota, Sarrias contó que estuvieron a punto de combinar varias mujeres para atenderse por un profesional ginecológico, como "estrategia" para lograr una mejor atención. Y recordó que el Concejo Municipal adhirió a la campaña nacional Cambiemos las Preguntas (en 2005), que apuntó a una atención digna de las lesbianas y mujeres bisexuales en los sistemas de salud.

Sobre casos específicos, aclararon que "ser lesbiana o tener relaciones sexuales con otra mujer no las protege de las enfermedades de transmisión sexual". Además, advirtieron que el Virus del Papiloma Humano (HPV) "puede transmitirse de mujer a mujer en la relación sexual", y que es "necesario" detectarlo con chequeos ginecológicos. Sobre el VIH aseguraron que "no existen estadísticas e investigaciones acerca de la transmisión en prácticas sexuales entre mujeres. La falta de información, hace que muchas piensen que no hay riesgo de transmisión".

Por otra parte, la activista apuntó a otro reclamo del colectivo: incluir la perspectiva lésbica en la reglamentación de la ley provincial que adhiere a la normativa nacional sobre violencia de género. "Cuando se hizo esta ley estábamos en otro momento histórico; hoy tenemos leyes (de Identidad de Género y de Matrimonio Igualitario), ordenanzas y convenciones internacionales que avalan nuestro pedido", dijo Sarrias.