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En el gobierno provincial evalúan que la situación en la zona sur y en Villa Gobernador Gálvez ya volvió a su cauce, a juzgar por la ausencia de escaramuzas y de alertas policiales en la noche del viernes para el sábado. No obstante, el secretario de Seguridad Comunitaria Angel Ruani reconoció que la afectación de 500 policías al operativo de seguridad del partido de Central contra Racing "nos tenía preocupados".

En diálogo con Rosario/12 el funcionario reparó en que "19 de los 47 detenidos tienen causas penales abiertas y anteriores al saqueo del miércoles, por lo que su situación procesal hará que continúen tras las rejas". De estos, dijo, "hay dos jóvenes que fueron arrestados ese día en Amenábar al 4000, a bordo de sendas motos y mientras parecían organizar una réplica del pillaje en comercios de la zona. Una de esas motos tenía pedido de captura". La misma había sido utilizada en un asalto a mano armada. Además, el funcionario reparó en que a la vuelta, por Lavalle, funcionó un kiosco de drogas en cuyo entorno hubo tres homicidios en un par de meses. Esto llevó a Ruani a ratificar que "sin ninguna duda hubo soldaditos de narcos involucrados en armar un estallido". Y relacionó el interés de "esos sectores mafiosos con otros sectores donde los negocios se mezclan", dijo críptico.

Ruani sumó a su análisis el hecho de que "ninguna organización popular reclamó por ninguno de los 93 detenidos que hubo en total, lo que da la pauta de que esto vino desde la delincuencia organizada". Asimismo, anticipó que desde el lunes la policía desplegará un control de calle sobre motos y sus conductores.

En tanto, en el gobierno cifran expectativas en la reunión que el gobernador Antonio Bonfatti sostendrá el miércoles con el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich. Esperan que de allí salga el anuncio de que Gendarmería Nacional empezará con patrullajes regulares sobre la ciudad y alrededores.