Luego de ser detenido el domingo por personal de Gendarmería Nacional, Milton César fue imputado ayer por "amenaza calificada y portación de arma de guerra"; y se le ordenó prisión preventiva por 60 días. El delito que cometió el joven de 22 años tuvo como víctima a una mujer --que sería familiar suya-- y a su hija de tres años, a quienes "apuntó con el revólver" para echarlas de la zona de Pasaje Quintana 85 bis, en el sur rosarino, "amenazándolas de muerte", según advirtió el fiscal Eduardo Sorrentino. En la audiencia presidida por el juez José Luis Suárez, Milton prefirió callar. El domingo, cuando César se dio cuenta de que estaba por ser atrapado por cuatro efectivos de las fuerzas federales, que desde el miércoles pasado patrullan la zona y otros barrios rosarinos, salió corriendo y en el trayecto se deshizo del arma que portaba, pero rápidamente fue alcanzado. El joven portaba balas de teflón, cuyo secuestro devino en la apertura de una investigación sobre el origen de dichos proyectiles, considerados "sumamente peligrosos".

En su alegato acusatorio, Sorrentino planteó que a César "lo encontraron apuntando con el arma 9 milímetros a Débora R. y a su hija de tres años, en plena calle --de la villa El Tanque--. Al advertir la presencia de los gendarmes, se dio a la fuga y tiró el arma, pero fue aprehendido a pocos metros", tras una persecución a pie. La víctima planteó que César no le quiso robar, sino que la amenazó "de muerte" para que se fuera del lugar, aunque no están claros los motivos, pero tendría que ver con una cuestión familiar, frente al parentesco de ambos, que no fue especificado.

Hernán Soto y Diego Villar, en representación de la defensa del joven cuyo nombre aparece en reiteradas ocasiones en las páginas policiales, solicitaron una disminución de la prisión preventiva y otros atenuantes que fueron rechazados por el magistrado.

No es la primera vez que César cae preso por un hecho similar, y hasta por otras acusaciones más graves. Con solo 22 años, la policía lo vinculó a muchos de los crímenes y delitos más resonantes de los últimos años: estuvo señalado en los asesinatos de Claudio "Pájaro" Cantero y Martín "Fantasma" Paz, y en hechos como el robo del auto de quien fuera ministro de Seguridad, Héctor Superti, en el año 2011. Sin embargo, su familia también fue víctima: dos días después del homicidio de Cantero, en mayo de 2013, una balacera alcanzó la camioneta en que la viajaban su madre, su hermano y un amigo de éste. Las balas que se dispararon desde una moto, en Francia y Zeballos, mataron a Nahuel César y Marcelo Alomar, mientras que dejaron cuadripléjica a Norma, su madre, quien falleció seis meses después, en diciembre pasado.

A mediados de 2013, mientras estaba prófugo habló en LT8 y dijo que las bandas narcos ofrecían "500 mil pesos" por su cabeza, y aseguró que la policía buscaba detenerlo para que sea asesinado en la cárcel.

Aunque estuvo acusado en las causas por las muertes de Cantero y Paz --relacionadas con el narcotráfico--, en enero pasado el juez Hernán Postma le dictó falta de mérito al no encontrar pruebas en su contra. Pero en octubre había sido arrestado por portación de arma, resistencia a la autoridad y amenazas. En esa causa fue procesado en enero, aunque hace dos meses fue beneficiado con una sustitución de prisión preventiva, hasta tanto se resolviera la apelación. Ahora deberá pasar otra estadía tras las rejas.