La Justicia ordenó la prisión preventiva de un hombre de 35 años que atacó a puñaladas a su pareja, de 46, a la salida de su trabajo en San Juan al 600, el lunes pasado. Los fiscales Miguel Moreno y Mariana Prunotto lo acusaron de "homicidio calificado en grado de tentativa", y argumentaron que el hecho está relacionado en la ley de violencia de género (26.485). Además, al pedirle al juez José Luis Suárez que ordene la prisión preventiva del imputado señalaron que 11 mujeres diferentes lo denunciaron por violencia y amenazas. "Fue denunciado por años, sin que la Justicia le diera respuesta a estas mujeres, ya que las causas están archivadas", destacó Prunotto, quien nombró a todas las víctimas del agresor en la audiencia oral y pública. En tanto, el magistrado ordenó que Cristian M. sea sometido a una pericia de la junta de salud mental provincial, ya que el acusado dijo no recordar por qué estaba allí, ni su nombre completo. Para la fiscalía se trata de una "simulación". La víctima, Stella Maris, continúa internada en "estado reservado".

El ataque con la cuchilla que fue secuestrada en mano del agresor, ocurrió en el centro rosarino, alrededor de las 17 del lunes pasado, en el umbral del edificio de San Juan 642. Hasta allí llegó Cristian M. empuñando el arma con la que apuñaló tres veces a la víctima, y luego intentó huir, pero fue arrestado en la corrida por personal policial. Según destacó el fiscal Moreno, un testigo del hecho lo reconoció como la persona que minutos antes había dejado a la mujer con la que "tenía una relación de pareja", tendida en un manchón de sangre. Luego fue trasladada al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez, donde se encontraba hasta ayer.

"Auxilio, auxilio, me apuñaló", logró gritar Stella Maris una vez que el agresor salió corriendo del lugar, cuchilla en mano. Una cuadra y media después fue detenido.

Al pedir la prisión preventiva sin plazo específico, la fiscalía indicó que la pena en expectativa por intentar matar a la mujer es de diez años de prisión. Además, se planteó que el acusado no tiene un domicilio arraigado, de hecho una hermana suya le planteó a los investigadores que el hombre "vive en la calle". Por su parte, Prunotto señaló que la cuestión de que se hayan archivado 11 denuncias de 11 mujeres, por amenazas del hombre, habla también de "violencia institucional", y se esperanzó con que este caso "no quede como un patrón de impunidad".

Toda la audiencia se realizó sin que el imputado dijera una sola palabra más que negar, con monosílabos, entender por qué estaba allí. Al inició, la defensora pública Paula Alvarez solicitó al magistrado que suspendiera la audiencia hasta tanto su cliente fuera revisado por personal médico porque decía no comprender el proceso, ya que tiene turno para una nueva visita el 12 de mayo próximo. Sin embargo, el fiscal Moreno se negó, porque advirtió que se realizaron tres exámenes posteriores al hecho, y aclaró que no se hallaron "estrechamientos de la conciencia". También señaló que "no recuerda nada de lo sucedido y está amenésico, pero cuando un custodio (que lo acompañó a la revisación médica) informó que estaba preso por homicidio, él aclaró que era una tentativa. Su estado no se condice con lo que quiere hacer creer".

El juez Suárez no hizo lugar al pedido de la defensa, pero dejó claro que si los exámenes de los especialistas demuestran que existe un estado amnésico, y que no hubo simulación, la audiencia quedará nula.