Luego de conocerse el resultado del peritaje oficial por la caída de una taza de la Vuelta al Mundo en el International Park, confirmando que un perno flojo provocó la precipitación, concejales opositores le apuntaron al Municipio de ser responsable por la falta de control. "La responsabilidad inexcusable de controlar era del Municipio, no sólo porque nunca puede delegar el poder de policía sino porque el pliego de licitación remarcaba que el concesionario debía cumplir con el mantenimiento y la intendencia controlar ese servicio", señaló María Eugenia Schmuck (Bloque Radical). Por su parte, María Fernanda Gigliani (PPS), autora de un proyecto aprobado hace unos días por el cuerpo para que el Departamento Ejecutivo disponga la caducidad del permiso de habilitación del parque de diversiones, aunque aún no tuvieron respuestas, dijo que "desde el Municipio, más allá de la clausura del predio, no se ha tomado ninguna decisión administrativa".

El informe pericial que llegó al Juzgado Correccional N 10 esta semana, al cumplirse nueve meses de la muerte de Melanie y Florencia Aranda, dos hermanas que llegaron a Rosario desde Rafaela para festejar el Día del Niño en el International Park, confirmó que los pernos del juego estaban flojos o no estaban en condiciones de sostener la taza que estaba en altura cuando se soltó con las nenas en su interior. En las conclusiones se estableció también que hay una falla de diseño en el juego y una falta de mantenimiento del mecanismo del juego.

"El informe remarca el diseño incorrecto del juego y también la falta de mantenimiento periódico, indicando expresamente que una revisión asidua a cargo de personal especializado en ese tipo de equipos podría haber detectado esa anomalía. La responsabilidad ineludible de controlar el parque era del Municipio", afirmó la concejala Schmuck. "En estos 10 años la Municipalidad nunca solicitó un peritaje por personal idóneo sobre el funcionamiento y el estado de los juegos", agregó.

En este marco, la edila radical recordó la denuncia efectuada el año pasado, cuando se reveló que el concesionario se controlaba a sí mismo. "Como denunciamos en agosto, era el propio apoderado de la firma quien hacía los informes técnicos de los juegos, quien era juez y parte. En estos años sólo se presentó una memoria descriptiva, nunca un informe técnico evaluando el estado de los juegos", precisó Schmuck.

Para la concejala, "está claro que si los controles hubiesen funcionado como corresponde la tragedia del Parque de la Independencia se podría haber evitado". Además, Schmuck consideró que "la impunidad es garantía para que nada cambie, por ese motivo hay que avanzar con la determinación de las responsabilidades políticas".

La concejala Gigliani, en tanto, recordó la presentación de una iniciativa proponiendo una modificación a la ordenanza de Espectáculos Públicos, que entre otros aspectos regula lo relacionado a parques de diversiones, para incorporar de manera taxativa normas internacionales de seguridad (normas IRAM), para que no quede lugar a la especulación y a las extrañas interpretaciones por parte del concesionario, como tampoco por parte del órgano de contralor.

"Esto ya estaba en el contrato, si la pericia dice que cuatro tazas más podían caerse está claro que no se cumplieron las normas IRAM y por lo tanto no se cumplió con el contrato", dijo Gigliani a Rosario/12. La edila sostuvo que "en este caso había que tomar tres definiciones. La judicial, que está en marcha; la administrativa, que era dar de baja la concesión, y otra política que era que renuncien los funcionarios que estaban a cargo de las áreas en ese momento. Desde el Municipio, más allá de la clausura del predio, no se ha tomado ninguna decisión administrativa, después se lavó las manos".