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En pleno "proceso de crecimiento", los directivos de Gerdau, la firma brasilera con asiento en Pérez, decidieron abrir sus puertas a la prensa por primera vez. La intención es mantener "una relación más abierta" con los medios de comunicación de la región para mensurar la magnitud de la futura inversión estratégica de la empresa: la construcción de una acería en el límite entre las localidades de Pérez y Zavalla, a 5 kilómetros de la localización actual, para la cual se desembolsarán 1.520 millones de pesos. La nueva planta reciclará la chatarra alojada en 20 kilómetros a la redonda; por ese motivo se comenzó con un mapeo de la existencia de chatarreros en el Gran Rosario, quienes se convertirán en proveedores de Gerdau.

La firma desembarcó en Pérez en el 2005, cuando asumió, en sociedad con Sipar, el control operativo de la planta ubicada en el cruce de las rutas 14 y 33. Desde entonces, lleva adelante una industria con una capacidad de producción de 260 mil toneladas anuales de acero laminado en caliente y 72 mil toneladas de trefilados. En el predio trabajan 540 empleados y otras 630 personas lo hacen en calidad de distribuidores comerciales en varias provincias del país. Un pantallazo que sirve para entender por qué Gerdau es líder en el segmento de aceros largos en el continente y una de las principales proveedoras de aceros largos especiales del mundo.

Pero el "orgullo" -como cuenta Fernando Lombardo, Director Ejecutivo de Gerdau- pasa ahora por la nueva meta. En el 2006, la firma compró un predio de 140 hectáreas en el límite entre Pérez y Zavalla, de las cuales 33 tendrán aplicación en obras. "Será una acería para chatarra", que permitirá sustituir importaciones de materia prima por un monto aproximado de 1.200 millones de pesos, por un porcentaje del 90 por ciento de lo que actualmente invierte. Se prevé su inauguración para fines de 2015, aunque ya se inició con el movimiento de suelos del terreno y se firmó el contrato para levantar las naves industriales. Con la construcción de la nueva planta, se generarán 100 empleos directos y 500 indirectos. En tanto, toda la estructura será alimentada eléctricamente por una red de alta tensión de 6 kilómetros de extensión. "Es dejar de traer un insumo para producirlo", avala Lombardo. "Es una sustitución neta", resume. La planta tendrá una capacidad instalada anual de 650 mil toneladas de palanquillas de acero y provocará el desarrollo de un particular circuito de chatarreros en la zona. "A los que están en actividad, los más chiquitos, los informales, nunca se van a desarrollar sin medidas mecánicas de consolidación. Con este proyecto queremos que se formalicen y entreguen directo y yo, como Gerdau, no pago más un express a un tercero. Todos ganan", sintetiza el Director Ejecutivo. El mapeo de chatarreros de 20 kilómetros a la redonda ya empezó. "Creemos que hay dos o tres formales por ciudad".

De la inversión total para la nueva planta, 120 millones de pesos serán destinados a inversiones ambientales "que garanticen la sustentabilidad ambiental del proyecto". Con ese objetivo, se creará una planta productora de oxígeno, 15 mil metros cuadrados de naves industriales, una planta de tratamiento de humos, captación de polvos, forestación y control de ruido y radioactividad.