Domingo, 23 de julio de 2006 | Hoy
CIUDAD › CONVIVENCIA DE ARABES Y JUDIOS CON FONDO DE GUERRA
Ambas colectividades llevan años de asentadas en la ciudad y los enfrentamientos que se sucedieron durante décadas en Medio Oriente no alteraron la convivencia. "No podemos traer los problemas de allá hacia acá", coinciden los voceros locales de libaneses e israelíes, aunque mantienen posiciones enfrentadas a la hora de analizar el conflicto.
Al otro lado del mundo hay una guerra. De este lado están los hijos y los nietos de aquellos que inmigraron hace décadas, que siguen sintiendo a sus tierras ancestrales como propias, que mantienen viva su cultura y sus costumbres, y qué, además de todo eso, buscan vivir en paz. El conflicto en Medio Oriente encuentra su paradoja en Rosario, Argentina. Más allá del dolor de cada comunidad por el sufrimiento de su pueblo, en esta ciudad han logrado convivir las diferentes etnias que vinieron de Medio Oriente "porque esto es Argentina", sintetizó el presidente de la Sociedad Libanesa en Rosario, Jorge Saba, quien en diálogo con Rosario/12 se refirió a la relación de su comunidad con la israelí en esta ciudad: "La convivencia es muy buena y justamente cuando hablamos somos muy cuidadosos por la relación que tenemos. Incluso hay amigos entrañables judíos, relaciones comerciales, relaciones culturales. Se convive porque esto es Argentina. Si nosotros traemos los problemas de allá hacia acá, no podemos estar ni nosotros mismos. No sé con quién estaríamos discutiendo, pero no podríamos estar". Por su parte, el ex presidente de la Asociación Israelita de Rosario, Horacio Glocer, dijo que "si uno camina por calle San Luis hay una convivencia total, porque somos todos seres humanos. Para la comunidad judía es muy importante la convivencia con todas las comunidades, y con la comunidad árabe y libanesa también, absolutamente, porque no hay ningún conflicto ni debe haberlo".
Las comunidades judía y árabe de Rosario reconocen su preocupación por el conflicto de Medio Oriente, pero coinciden en declararse al margen de la guerra y destacaron la excelente relación que tienen. El libanés Saba remarcó que el vínculo con su país "tratamos de mantenerlo porque no todos los que estamos en otra parte del mundo reportamos al Estado, como ente organizado de nuestra madre patria", y explicó que "desde la Sociedad Libanesa transmitimos nuestra cultura, nuestras costumbres, las mantenemos, pero apenas tenemos relación con la embajada en Buenos Aires. Esa es nuestra relación más directa con el gobierno de allá, después la relación con amigos y familiares, los que van y vienen, es una relación informal. No tenemos un compromiso con el Estado de la República del Líbano, es transmisión de nuestra cultura".
Glocer, en tanto, aclaró que "el conflicto ahora en Medio Oriente no es con el Estado Libanés, es con las guerrillas que atacan y que matan permanentemente a partir del sur libanés", y agregó: "Es una cuestión de provocación motivada en razones políticas y aunado a cuestiones de fanatismo y culturales que hacen pensar -sobre todo por ejemplo a los terroristas que se autoinmolan- que ese sacrificio les dará el paraíso".
Respecto de la guerra, Saba afirmó que se vive "muy mal, tenemos familiares allá, hay gente que se iba ahora al Líbano a conocer la tierra de sus padres. Lamentablemente lo que sentimos es una impotencia muy grande e indignación porque se está asesinando. No están entrando para defender una postura y están eliminando una base, un campamento, un grupo armado. Se está avanzando sobre la población civil. Eso no es lo que se acostumbra en el concierto internacional de las naciones".
En la misma línea, Glocer dijo que "lógicamente uno siente con dolor esta situación", más cuando se tienen amigos y parientes que viven en Israel, un estado muy pequeño geográficamente que está recibiendo cohetes y proyectiles que "están produciendo una gran inseguridad dentro del país". Además aclaró que "Israel ha hecho grandes esfuerzos tratando de lograr acuerdos de paz con sus vecinos".
Según Saba, el Líbano está siendo castigado por haber alojado a los palestinos que emigraban por conflictos con Israel. "El Líbano no es merecedor de tanto castigo. En todo caso las diferencias que tengan entre otros grupos, que las diriman donde las tengan que dirimir y que no nos destrocen el Líbano como lo han destrozado", se lamentó antes de argumentar: "Nosotros no formamos parte del antagonismo, son vecinos, estamos dispuestos a convivir como convivimos con todos. Recibimos a los palestinos, a otras milicias, a otros desterrados. Ningún país recibió como el Líbano a los desterrados palestinos cuando Israel los sacó de prepo, por una resolución que ellos se tomaron el doble de terreno, nosotros nunca le cerramos la puerta a nadie. Hemos tenido que sufrir durante años y años por haberlos recibido, nada más, porque venían con hambre, no venían a invertir. Y así nos pagan los países vecinos, con agresiones".
Por su parte, el presidente de la Asociación Israelita de Rosario, Lisandro Glocer -familiar de Horacio- aseguró que Hezbolla es una organización terrorista, no guerrillera, y que la responsabilidad política y militar del Líbano reside en permitirles operar desde su territorio. En la misma línea afirmó que "esta guerra en particular no es contra el Líbano" y que el objetivo israelí "es solamente la anulación de objetivos terroristas en defensa propia".
En cuanto al Líbano, Horacio Glocer estimó que "no tiene la fuerza, desde el punto de vista militar, para tener la conducción del país. La zona sur del Líbano está ocupada por las fuerzas terroristas de Hezbolla, y el ejército libanés no tiene la fuerza ni la capacidad, ni las armas que tiene el terrorismo de Hezbolla. Lamentablemente -agregó- el Hezbolla utiliza al Líbano como base de ataque contra Israel, que no tiene otra opción que la de defender a su población, que primero lo hace en su territorio, pero si le tiran cohetes desde la zona sur del Líbano, tienen que anular eso. Teniendo en cuenta que hay un presidente en Irán que habla de la necesidad de la eliminación del Estado de Israel, que apoya y arma a esas milicias, el Hezbolla; teniendo en cuenta que Siria es base de las direcciones, de las conducciones de esas milicias. Entonces indudablemente es muy difícil llegar a la paz. Pero el Estado de Israel no tiene absolutamente nada contra el Estado Libanés y menos contra el pueblo libanés".
Desde lo personal, el presidente de la Sociedad Libanesa asegura que "esto es más que un conflicto de religiones. En realidad acá hay un conflicto político en cuanto a vecinos, en cuanto a cosas que no tienen que ver estrictamente con lo religioso. Históricamente en el Líbano se ha tratado de hacer ver todo como religiosos para echarle la culpa a los musulmanes, a los cristianos, y no es así en realidad, no es el espíritu" y explica: "Nosotros acá mismo en la ciudad de Rosario, en la Sociedad Libanesa estamos reunidos y están representados todos: ortodoxos, maronistas, sumitas, drusos, shiítas. Hay de todos los grupos. Por eso allá cuando se conforma el gobierno se hace con representantes de todos estos grupos, porque son las etnias que componen el país. Pero la cuestión va más allá: el Líbano siempre estuvo encabezado por gobiernos cristianos; cuando crece la proporción de habitantes islámicos, estos también demandan una mayor porción de poder en el gobierno. Pero justamente en este momento lo que menos hay es un problema religioso".
Desde el lugar de representante de su pueblo en Rosario, se hace eco de lo que opina el embajador libanés en la Argentina: "La guerra, la muerte y la destrucción no resuelven nada. El diálogo a través de las Naciones Unidas es la vía correcta". Sin embargo, Saba aseguró que "el sentimiento que tenemos es de impotencia, en los vecinos, en el concierto internacional de las naciones, en las Naciones Unidas", y enfatizó: "Una vez más la ONU si hubiera hehco cumplir las resoluciones que ella misma aprobo, ésto no hubiera sucedido".
Informe: Paula Kearney
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