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La Sala V de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo, en un fallo firmado por los jueces Oscar Zas, Luis Raffaghelli y Néstor Arias Gilbert, ordenó reinstalar en su puesto de trabajo a Lucas Castillo, obrero despedido en la empresa metalúrgica Liliana en febrero de 2014. El operario fue uno de los doce despedidos de la fábrica de electrodomésticos, en una medida que distintos sectores políticos y sociales calificaron de "antisindical".

El viernes, Castillo se presentará a trabajar en cumplimiento de la medida judicial. Ya lo hizo saber a través de un telegrama a la empresa. El despido de los doce trabajadores se produjo el 17 de febrero pasado. Tras 21 días de piquete en la puerta de la empresa, y con la intervención de los Ministerios de Trabajo nacional y provincial, cada cesanteado inició acciones legales para ser reincorporado. El primero que obtuvo una cautelar fue Castillo.

"Hacía tres años que nos veníamos organizando entre los trabajadores, debido a la falta de respuestas del sindicato. En esa empresa no hubo delegados durante 65 años. Nosotros peleamos por el pase a planta, ya que había compañeros con contratos durante cuatro años y otros derechos incumplidos", relató el trabajador, quien afirmó que la empresa trató de "desvincular a los más activistas de la planta" para impedir que

prospere la integración de una comisión gremial interna. De hecho, los propios trabajadores habían denunciado en 2013 que el 70 por ciento de los empleados trabajaba con distintas modalidades de precarización y tercerización laboral. Tras los pases a planta, se produjeron los despidos.