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El auditorio de la Unión Obrera Metalúrgica, en 3 de Febrero al 700, se pobló ayer de trabajadores encolumnados en diversos gremios para dar forma a un acto de neto cuño peronista, encabezado por el ministro de Trabajo, Carlos Tomada (en la foto), y el secretario general de la CGT Balcarce, Antonio Caló. "No hay fin de ciclo, hay 2015 y mucho más", proclamó el funcionario del gobierno nacional, histórico militante justicialista, en defensa del modelo inaugurado en 2003 por Néstor Kirchner.

La sala de los metalúrgicos desbordó de militantes identificados con remeras, gorras y pecheras que marcaban la presencia de distintos sindicatos afines como Smata, Luz y Fuerza, Judiciales provinciales, aceiteros, docentes privados, Uocra, Apel, Sutracovi y Sitratel, entre varios. En ese mosaico sindical, la amalgama fue la marcha peronista cantada a voz en cuello por todo el salón.

"Somos la mejor herencia del peronismo del '45", dijo el ministro y agregó: "Hemos recuperado la cultura del trabajo, el aparato productivo, hemos podido construir entre todos el proyecto nacional y popular porque, como dijo Néstor Kirchner, sabemos dónde queremos ir, pero fundamentalmente sabemos dónde no queremos volver", en alusión al desempleo y a la desindustrialización que sobrevolaron entre 1976 y 2001.

El titular de la cartera laboral planteó que "este país estuvo mucho tiempo prestándole atención a los mercados, y nosotros queremos la confianza de nuestro pueblo y no la de los mercados". "Para este gobierno (nacional) la política cambiaria o fiscal no es lo más importante, ya que lo importante para nosotros es cerrar los números con la gente adentro", exclamó y se ganó la ovación de la concurrencia.