Lunes, 24 de noviembre de 2014 | Hoy
CIUDAD › EL MINISTERIO DE SEGURIDAD DESPLAZó A TODO EL PERSONAL DE LA DEPENDENCIA POLICIAL
Casi todos los detenidos de la seccional de Sarmiento y Ameghino atacaron a los guardias y escaparon ayer al mediodía. Algunos quisieron ocultarse en casas vecinas. Siete evadidos fueron recapturados y anoche había un gran despliegue en busca del resto.
El domingo pintaba soleado y calmo en el barrio San Martín. El aroma de algún asado se colaba entre los fresnos y ganaba la bocacalle de Sarmiento y Ameghino. A la una y media del mediodía casi nadie andaba en la calle, y la esquina parecía más sola todavía entre la escuela cerrada y la comisaría 15ª enfrente. Pero pronto esa paz dominguera estallaría en pedazos. Los tres agentes que ayer a esa hora estaban a cargo de la seccional policial fueron reducidos por un grupo de detenidos que finalmente ganó la calle. Huyeron 32 de los 46 presos que había. Luego fueron recapturados siete de ellos. Anoche, desde el Ministerio de Seguridad relevaban a todo el personal de esa dependencia policial, empezando por el comisario. El fiscal que interviene en el caso abrió la investigación bajo la carátula de "facilitamiento culposo de evasión".
Dos de los tres agentes que ayer al mediodía estaban de guardia en la comisaría, con 46 detenidos a su cargo, se dispusieron a repartir en el penal las raciones correspondientes al almuerzo. Estaban en eso cuando uno de ellos, el cabo de cuarto, fue empujado de súbito por los presos que estaban cerca de una de las puertas. Alguien le asestó un puntazo en la espalda con un objeto punzante, y enseguida casi todos atropellaron las rejas. Los rebelados avanzaron contra la suboficial que les salió al cruce, y le mostraron a su compañero amenazado por uno de los reos que le sostenía una faca en el cuello. "Le dijeron que lo iban a degollar si no les abría la puerta", contó una fuente. La mujer policía accedió entonces a abrir la última puerta de rejas que divide el penal del resto de la comisaría, y entonces se produjo el desbande.
De los 46 presos que hasta ayer se alojaban en la seccional 15ª, 32 huyeron en distintas direcciones, mientras los agentes daban el alerta.
Una fuente de la Unidad Regional II de la Policía de Rosario explicó que luego de la fuga "siete de los evadidos fueron recapturados en distintos lugares de la vía pública" y el resto de los presos eran buscados intensamente por las fuerzas de seguridad en toda la zona. El mismo vocero señaló que entre los fugitivos "hay presos con antecedentes por robos calificados".
Los vecinos de la zona que ayer por la tarde aún se asomaban a la vereda estaban temerosos. Es que, según contaron, hubo un par de evadidos que se escabulleron por momentos en los patios de las viviendas linderas. En las inmediaciones, algunos familiares de detenidos se acercaron preocupados y aseguraron que los recapturados estaban siendo sometidos a golpes por parte de personal policial.
Anoche, al cierre de esta edición, continuaba un amplio operativo policial de rastrillaje por todo Rosario en procura de recapturar a los restantes 25 evadidos.
El fiscal de la Unidad de Delitos en Flagrancia, Patricio Serjal, arribó a la seccional poco después del mediodía, y tras las primeras preguntas a los policías que sufrieron el ataque, los imputó de facilitamiento culposo de evasión. Mientras tanto, las sirenas se oían y se veían desplegadas por la zona sur. Policías y patrullas de Gendarmería se abocaban a la búsqueda de los fugitivos.
Entrada la noche, autoridades de la Unidad Regional II permanecían en el edificio de la seccional. El jefe de unidad, José Luis Amaya había recibido la orden desde el Ministerio de Seguridad de relevar a todo el personal de la comisaría, incluso los que ayer no estaban presentes en el momento de la fuga. El primero en recibir la noticia de su desplazamiento fue el comisario, Ronald Cuñé, el mismo que en octubre del año pasado estaba a cargo de la seccional 10ª, de Alberdi, cuando la vivienda del gobernador Antonio Bonfatti, situada en su jurisdicción, fue atacada a balazos.
La fuga motivó numerosas críticas que echaron a rodar en las redes sociales, acerca del viejo asunto de usar las comisarías policiales como lugares de detención de personas. "El estado de hacinamiento,la falta de recursos en comisarías y el colapso de las cárceles generan estos resultados", cuestionó el concejal peronista Diego Giuliano.
La seccional 15ª es la misma en la que el 15 de marzo de 1995 se produjo un trágico motín, cuando los detenidos incendiaron colchones y causaron la muerte de cinco de ellos. También esta comisaría está mencionada en la investigación que por estos días se ventila en el juicio oral del triple crimen de villa Moreno, por cuanto su personal de aquel entonces, enero de 2012, tendría vínculos con el principal acusado de esos asesintos, Sergio Quemado Rodríguez.
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