El joven Mario Rodríguez, quien fue asesinado en la madrugada del último domingo en la puerta de una panificadora de Presidente Perón al 6200, murió por un disparo de arma de fuego. Así lo determinó la autopsia y fue el propio fiscal del caso, Daniel Spelta, el que lo confirmó, al admitir que el muchacho recibió un disparo en el pecho de una pistola calibre 22. De esta manera queda descartada la hipótesis del linchamiento o de un asesinato a golpes como inicialmente dejó trascender la policía. El fiscal agregó que "la víctima tiene lesiones en la cabeza y pómulo pero son menores y no podrían haberle causado nunca la muerte".

Ahora, según admitió Spelta, con la confirmación de la forma en que murió el joven comenzarán a analizar las imágenes de la cámara de videovigilancia de otra manera, al margen de que ya tuvieron oportunidad de verlas.

"Ahora tenemos que determinar de dónde vino ese disparo. Lo del linchamiento quedó descartado desde el primer momento. Esto se trató de un enfrentamiento entre grupos", recalcó, dando por tierra con la primera hipótesis que se manejaba de que al joven, que había ido a robar aparentemente, lo habían linchado.

El fiscal aclaró que del enfrentamiento participaron dos grupos antagónicos aunque todavía no se puede determinar si el disparo provino de uno u otro grupo. "En base a los testimonios se tratará de determinar la identidad de cada uno de los que estaban presentes", cerró el fiscal que trabaja en la causa.

Por su parte el papá del joven Rodríguez negó que la muerte de su hijo haya ocurrido luego de un intento de robo. El hombre indicó que a Mario

"lo mataron por ir a defender a un pibito al que le habían pegado, él tenía esa costumbre, le molestaban cosas así de injustas. Aparentemente se puso a discutir con los de la panadería y entonces salieron como 15 y le reventaron la cabeza. Quiero que se esclarezca esto, porque lo mataron como a un perro".

"Dicen que alguien entró a robar, si me demuestran que mi hijo hizo eso yo pido disculpas, me voy a mi casa, me pongo a llorar con mi mujer", enfatizó el papá, quien se mostró molesto porque el fiscal nunca lo atendió.

"Que muestren los videos, porque en la comisaría nos dijeron que había un video en el que se veía una discusión, no un asalto. Entonces que demuestren si mi hijo se metió a robar", agregó la madre del joven.

Los padres de Ezequiel abogaron por el esclarecimiento del hecho. "Hablamos con el padre del pibe que mi hijo fue a defender, para que cuente lo que pasó a los fiscales", señalaron, para agregar: "Y si él hubiera entrado a robar, tampoco tenían derecho de matarlo de esa manera".

De igual modo ayer trascendieron las sospechas sobre uno de los empleados de la distribuidora, apodado Charango, a quien los vecinos sindicaron como un ex soldadito de un bunker ubicado en La Lagunita.

Cabe acotar que en la madrugada de ayer fue baleado el frente de la casa lindera a la distribuidora de pan.