La "alta velocidad" a la que circulaba Federico Gómez en su Fiat Uno, la madrugada del 22 de febrero de 2014, quedó evidenciada en las cámaras de videovigilancia municipales, ubicadas en Pellegrini y Provincias Unidas. Además, peritos confirmaron que iba a más de 93 kilómetros por hora, el cruzar esas arterias. "Si hubieran chocado de frente, no habría ninguno vivo", sostuvo uno de ellos. En las filmaciones, se ve claramente el cartel que indicaba que la velocidad máxima es de 60 kilómetros por hora. En esos términos, y con la velocidad como factor preponderante, se desarrolló ayer la cuarta audiencia de juicio oral y público por las muertes de Facundo Aguirre y Emiliano Cáceres, quienes viajaban en el asiento trasero del auto que se estrelló contra un camión estacionado.

El silencio se apoderó de la sala de audiencias alrededor de las 9.30 de ayer, cuando en el juicio contra Federico Gómez se exhibieron las imágenes captadas por el domo de cámaras ubicado en la intersección de las arterias donde ocurrió el impacto, a las 6.08 de aquella madrugada, cuando cinco chicos regresaban en el auto del imputado, desde Funes, donde habían participado de una fiesta.

El entonces coordinador del Centro de Monitoreo Municipal aclaró al juez José Luis Suárez que la cámara de videovigilancia no pudo captar el instante en el que se produjo el choque, pero sí detecto el paso del vehículo de color blanco que iba a gran velocidad por Pellegrini. Ese factor junto con la presunta ebriedad del imputado, habría desencadenado el accidente, según la acusación de la Fiscalía. Es que, aunque el test de alcoholemia no pudo realizarse, presentaron otras pruebas para demostrar su teoría del caso.

El funcionario, que estuvo acompañado del secretario de Control y Convivencia Ciudadana, Pablo Seghezzo, como asistente en la sala, indicó que las cámaras detectaron el avance del vehículo a 25 metros por segundo. Con esos datos, se calculó que el auto transitaba a 92.88 kilómetros por hora, "como mínimo, porque el recorrido que hace no es lineal como son los cálculos", dijo después el perito en accidentología, Fernando López. Es que el auto, cruzó casi en diagonal calle Pellegrini, tras cruzar Provincias Unidas, y sobrepasar a un camión por la derecha. Así, se incrustó contra un camión estacionado, provocando la muerte instantánea de Facu y Emi.

Para el profesional que realizó la pericia oficial, la velocidad "es el factor preponderante, la clave, del siniestro". En tanto, consideró que el camión que estaba estacionado "actuó como freno" del auto. "Si el camión no estaba ahí, podría haber pasado cualquier cosa, porque el auto estaba descontrolado", expresó.

Federico Gómez, de 19 años, está acusado como autor de doble homicidio culposo por la muerte de sus amigos, que tenían 18 años. Por el hecho, la Fiscalía, representada por Walter Jurado y Mariana Prunotto, pidió la pena de cuatro años de prisión efectiva y 10 de inhabilitación para conducir, para el único acusado por el hecho.

El joven está sentado en el banquillo como quien provocó la muerte de sus compañeros de la secundaria, y por haber manejado "alcoholizado y a alta velocidad", tal como señalaron varios de los testigos del hecho, quienes señalaron que durante el trayecto en la autopista Rosario-Córdoba, el velocimetro llegó a marcar 160. La sentencia se conocerá la semana del 20 de abril próximo.