La Justicia rosarina, a través de la Sala II de la Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial, hizo lugar a un recurso de amparo presentado por un grupo de taxistas y ordenó el cese provisorio de las ordenanzas que obligaban a los choferes a contar con un servicio de radiollamadas y cumplir con un servicio mínimo de 16 horas diarias por unidad. Aquellas exigencias habían sido sancionadas en septiembre del año pasado por el Concejo cuando se aprobó el último aumento tarifario, en un intento oficial por mejorar el servicio. "Es una lástima esta decisión judicial porque perjudica a los usuarios", opinó la secretaria de Servicios Públicos, Clara García quien recordó que "la radiollamada fue pensada para los vecinos de los barrios más alejados del centro y la carga horaria para garantizar una circulación fluida de los coches durante gran parte del día". De todas formas, los requerimientos mencionados ya se habían flexibilizado a fines del 2005 mediante un decreto del intendente.

El recurso de amparo fue presentado en mayo por la Asociación de Conductores de Taxis. En primera instancia, el planteo relacionado con la obligatoriedad del sistema de radiollamada fue rechazado por el juez Civil y Comercial (1° Nominación) Jorge Norberto Scavone, decisión que posteriormente fue apelada por los taxistas. El magistado había avalado el cese de la obligación de prestar el servicio durante 16 horas cada día.

Ayer se conoció el pronunciamiento del tribunal de alzada que hizo lugar al amparo. "Estamos muy conformes, era justo que el fallo sea a nuestro favor porque ya lo repetimos muchas veces: el servicio de radiollamadas no soluciona los problemas del servicio de taxis", afirmó Francisco Baes, titular de la Asociación de Conductores.

Entre los argumentos presentado por los choferes y mencionados en el fallo judicial, los taxistas esgrimieron su desacuerdo con que el servicio de radiollamadas garantiza la seguridad del trabajador y del pasajero. "De los tres hechos de muerte ocurridos en los últimos tres año, ya lo dijimos al demandar, en los casos de Paoluccio y Poremba, ambos contaban con radios", expresaron los 500 taxistas que se adhirieron al reclamo.

En diálogo con Rosario/12, la secretaria de Servicios Públicos lamentó el tenor del pronunciamiento judicial que frena la aplicación de las

ordenanzas 7889/05 y 7890/05, ambas sancionadas el 16 de setiembre de 2005 por el Concejo Municipal. La primera de ellas exigía a cada coche que se abonara a un sistema de radiollamada; la segunda obligaba a cada unidad a circular al menos 16 horas por día por las calles de la ciudad.

"Lo lamento desde la óptica de la calidad del servicio público -dijo Clara García- porque ambos ítems habían sido motivados para mejorar la atención que recibe el pasajero. Con estas dos medidas buscamos aumentar la cantidad de horas en circulación de los taxis y permitirle a los vecinos que viven en las zonas más alejadas del centro poder acceder a un coche fundamentalmente en horario nocturno".

En rigor, el contenido inicial de las ordenanzas mencionadas fue flexibilizado mediante el Decreto reglamentario firmado por la propia García y el intendente Miguel Lifschitz el 15 de diciembre del 2005. "En aquella resolución fijamos un cronograma paulatino de cumplimiento de las obligaciones. Actualmente controlábamos en particular a las unidades transferidas, que son alrededor de 30 al mes", agregó la funcionaria.

Clara García admitió que, durante los controles de rutina, el municipio detectó "mayor grado de cumplimiento de la exigencia vinculada a la cantidad de horas que debe circular cada unidad. Respecto al sistema de radiollamada notamos que no hubo tantas adhesiones".

Consultada sobre el pedido de aumento tarifario, del 35 por ciento, formulado por una de las cámaras de propietarios de licencias, la secretaria de Servicios Públicos sostuvo: "Es excesivo y no conozco en base a qué datos se planteó. El tema no está en nuestra agenda".