Los motivos del feroz ataque a balazos contra la comisaría 14ª de Rosario, del que resultaron heridos de bala dos policías, siguen siendo una incógnita. Así al menos lo expresó la investigadora del caso, la fiscal de Flagrancia, Andrea Vega. La funcionaria confirmó que son cuatro los detenidos por el ataque y aunque no descarta ninguna hipótesis "no podemos asegurar cuál es el motivo por el cual, sin mediar ninguna palabra, ingresaron en la dependencia policial, rompieron el vidrio y comenzaron a efectuar disparos de arma de fuego contra personal policial". Vega reveló que se pidieron las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona para ampliar la investigación. Hoy los cuatro apresados serán imputados por tentativa de homicidio.

Según trascendió los cuatro detenidos son Guillermo Nieris, 30 años, detenido en el Hospital Carrasco a las 23 del domingo con heridas de arma de fuego en sus piernas; Fernando Pereyra, de 18 años, con herida de arma de fuego en pantorrilla, quien fue detenido también en la guardia del Carrasco junto a Néstor Pereyra de 27 años sin heridas, pero con ropa similar a la descripta por un testigo de la balacera. En tanto en el HECA quedó detenido Emanuel Gamarra, de 18 años, quien tenía una herida de arma de fuego en una pierna.

Vega aseguró que "por el momento los detenidos son cuatro, no se sabe aún qué relación tienen, el primero que cayó había estado detenido a primera hora de la madrugada en esa dependencia policial por portación de arma de fuego de uso civil". Se trata de Nieris, quien fue detenido en la madrugada del domingo y liberado alrededor de las 7.30.

Sin embargo existe una contradicción en la detención de este hombre: la fiscal aseguró que la pareja que supuestamente lo había denunciado por intento de robo, negó la imputación por la cual fue llevado a la seccional acusado por portación de arma de fuego.

Vega remarcó que "el personal policial que estaba en la dependencia cuando se registró el ataque no fue testigo de esta supuesta amenaza que habría hecho una de las personas que había estado detenida por pocas horas en la comisaría y había sido liberado".

Por su parte el secretario de Seguridad de la provincia, Gerardo Chaumont, calificó de "demencial" el ataque y, aunque se excusó de dar detalles sobre la investigación policial, no descartó que se pueda haber tratado de un "ajuste de cuentas" con alguno de los uniformados que revisten tareas en la dependencia. "Cualquier especulación es posible, por eso no voy a alentar ninguna, vamos a esperar que la justicia se expida". "Si esto fue un ajuste de cuentas no se dirime de esta forma, en este lugar y en esas circunstancias", enfatizó Chaumont y aclaró. "Como uno no está en el cerebro de los que protagonizaron este hecho sería impropio que le adelante alguna especulación".

"No tengo antecedentes de un grado de demencia tal que alguien se presente en una comisaría e ingresa a la misma efectuando disparos", señaló el funcionario. Y añadió: "Esto no habla solamente del grado de violencia que estamos viviendo sino también de lo absurdo e inconciente que tuvo el ataque a la comisaría".

Para el comisario Miguel Oliva, titular de la Unidad Regional II, el ataque a la comisaría habría sido "un hecho puntual de venganza". El comisario declaró en diálogo con LT8: "Estos sujetos fueron detenidos en un intento de robo. Fueron trasladados a la seccional 14ª y cuando se iban a retirar, porque por decisión de la Justicia quedaban excarcelados, se produjo la amenaza de estas personas al personal policial".

El funcionario policial descartó que el objetivo de los perpetradores del atentado haya sido copar la comisaría, pero se mostró conmocionado por el hecho al que calificó de "inédito". Oliva admitió: "Aún con mis 30 años de experiencia me sorprende esta violencia".

Por su parte el ministro de Gobierno, Rubén Galassi, sostuvo ayer que el ataque a la comisaría "no puede leerse como una noticia más, sino como un hecho muy grave", porque es "un ataque contra una institución del Estado".