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La jueza María Dolores Aguirre Guarrochena tomó declaración a la ex directora y a dos docentes de la escuela Nº 1318 Eva Perón, de barrio La Lagunita, donde una madre denunció que su hijo de siete años fue abusado por chicos de séptimo, en un baño del establecimiento. La magistrada los entrevistó en su juzgado, ayer por la mañana, donde también asistieron representantes legales del Ministerio de Educación y de Amsafé. De los relatos surge que las coincidencias de horarios entre los alumnos de primer grado y de séptimo son muy "escasas"; sobre todo, después del inicio de la jornada ampliada, en mayo pasado, cuando hubo modificaciones. Al parecer, los chicos de ambos años no comparten los recreos; y las docentes de primero evitan que los niños salgan de clases para ir al baño. De todos modos, la jueza espera fecha para la cámara Gesell del niño presuntamente abusado, donde se lo escuchará sobre lo sucedido; y la investigación avanza con cautela.

Ante la acusación de la madre del niño abusado, la jueza comenzó ayer a tomar declaraciones testimoniales a los directivos y docentes de la escuela de Barra y Saavedra, donde estuvo anteayer reunida con las autoridades. Además, en horas de la tarde del lunes, se decidió ante la exigencia de los padres y el inicio de la investigación judicial un cambio de directivos.

Marta Díaz, delegada local de Educación, se refirió a la intervención de la escuela que hoy retoma las actividades con nuevas autoridades. Según indicó, se inició un sumario administrativo a los directivos que fueron separados de sus cargos; y hoy asumirá en el cargo un director y tres vicedirectores, en reemplazo de los salientes. De todos modos, tras la denuncia, la madre del menor presuntamente abusado cambió de escuela a su hijo.

Ayer, el hecho tuvo repercusión en Tribunales, donde la jueza Aguirre Guarrochena recibió a la directora saliente, a la maestra de primer grado donde cursaba el pequeño y a un profesor de séptimo, donde concurren los seis chicos de 12 años acusados.

Según pudo saber este diario, de los testimonios se evidenció que no hay recreos coincidentes entre los alumnos de un año y de otro. Si bien la jornada extendida modificó ciertos horarios y los chicos coinciden durante algunas horas, justamente el momento en el que la madre del niño denunció que ocurrió el abuso el recreo no es compartido por ambos cursos. Además, se indicó que una persona se encarga de controlar el sanitario y que no se habrían registrado situaciones llamativas.

La magistrada tomó nota de los relatos sobre el movimiento en la escuela, antes del suceso denunciado, y avanzará con otras declaraciones. Pese a ello, la investigación avanza con cautela y todas las expectativas están puestas en lo que dirá el niño en cámara Gesell, cuando se otorgue el turno para la medida, que se realiza con pedagogos.

Hasta el momento, la causa está caratulada como "abuso sexual simple".

La denuncia fue radicada el viernes pasado, cuando Mabel, la madre del niño, declaró que su hijo fue abusado por seis alumnos de séptimo grado en el baño de la escuela; incluso marcó quiénes eran en una foto, según lo que dijo que le había señalado su hijo. Sin embargo, el juzgado tiene el dato de que uno de los chicos acusados faltó la semana en la que supuestamente ocurrió el hecho.

Con el testimonio de la mujer, se abrió una investigación judicial que quedó a cargo de la Justicia de Menores; es decir, en el marco del antiguo sistema penal, por tratarse de acusados menores de 18 años.