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El criminólogo Enrique Font criticó ayer la reforma policial presentada por Jose Ricardo Spadaro, secretario de Análisis y Articulación de Asuntos Interministeriales. "Se continúa con una línea que desvincula a la policía de una política de seguridad, característica de este gobierno y parece que del que viene. Primero se debe definir una política de seguridad integal y en ese marco se define qué tipo de policía se necesita para desarrollarla. Esto no está en el discurso de Spadaro, porque es una persona que por su recorrido tiene una posición más bien de policía y no de un experto en política de seguridad respecto de los temas policiales propiamente dicho. Por eso todo lo que está proponiendo implica un retroceso".

"Lo que denota esta reforma es que hay viejos policías retirados anacrónicos que quieren volver al sistema viejo. Esto es una reivindicación más simbólica que real, a la que no le encuentro explicación", dijo el criminólogo.

Según Font "es mentira que todo eso se condiga con la Agenda de Seguridad Democrática y con las dos reformas que hizo en provincia de Buenos Aires, Carlos Arlsanian, que más bien fueron en línea con lo que Spadaro está proponiniendo desandar. Primero porque volver a la vieja estructura con suboficiales de un lado y oficiales del otro, está en contra de todas las transformaciones que se han hecho en el mundo y en América Latina. Tener un cuadro único y reconocer que la formación de base de un policía es muy importante y significativa figura en un acuerdo nacional que la provincia de Santa Fe acompañó en el Consejo Federal de Seguridad Interior y en el Consejo Federal de Educación. Allí se estableció por consenso unánime, que la formación de base no podía tener menos de ocho meses y que luego debía dársele una formación donde todos podían tener acceso, y continuarla con una tecnicatura, e incluso una complementariedad universitaria".

Y agregó: "No es cierto que la única forma de formar policías de alta graduación profesional sea volver al viejo esquema de una estructura de oficiales y suboficiales. Esa es una concepción antigüa del siglo XVIII, y una lógica que implica que el policía de base es el que menos necesita saber, cuando hoy el mundo sostiene que el trabajo del policía de base necesita una formación fuerte".

Por su parte el defensor general Gabriel Ganón opinó que "con estas líneas de reforma se busca consolidar el modelo policial militar sin control político que se fue imponiendo con permanentes retrocesos. Este es el modelo policial que ni el gedanrme Agustín Feced imaginó, y que otro gendarme busca volver ley en democracia". "La policía de la mano en la lata y el gatillo fácil, debe de estar de parabienes con estos anuncios del gendarme Spadaro", concluyó.