La Cámara Penal de Venado Tuerto dejó en libertad a la madre y al padrastro del adolescente acusado de haber matado, en mayo, a Chiara Páez, la rufinense de 16 años que estaba embarazada. Para el juez Fernando Vidal, "no está demostrada la teoría del caso que presentó la Fiscalía"; y planteó que en todo caso, Carolina Gallegos y Carlos Cerrato pudieron haber "tratado de encubrir" el crimen de la jovencita que fue cruelmente golpeada y enterrada en el patio de la casa de la familia del novio. Sin embargo, esa calificación penal no rige para familiares y allegados a la personas acusada de autoría. En tanto, el único detenido por el hecho de "homicidio calificado por femicidio y aborto no consentido por la víctima" es el menor Manuel V.

Tras la lectura del fallo, realizada ayer, Gallegos y Cerrato recuperaron la libertad, inmediatamente, luego de permanecer presos tres meses. Lo mismo había sucedido con los abuelos del joven, meses atrás. Es que si bien el fiscal Mauricio Clavero planteó que los padres del menor imputado pudieron haber participado del hecho, para el camarista los elementos de convicción no resultan suficientes. "Lo más probable es que los coimputados se hayan enterado después de cometido el hecho y hayan colaborado en encubrir lo ocurrido, pero las pruebas existentes solo permiten efectuar una hipótesis de sospecha, que no alcanza", expresa el fallo de Vidal.

La mujer, de 34 años; y su concubino, de 43, están imputados en la causa como partícipes necesarios; pero ahora continuarán ligados al proceso en estado de libertad. El fallo agrega que "no surgen, del informe médico, las maniobras abortivas que la Fiscalía menciona y no existen lesiones genitales que las hagan presumir". Sí se supo que la madre del presunto homicida compró las píldoras abortivas y que por el hecho también se abrió una investigación a la familia de la jovencita, que estaba en conocimiento de ello.