La Cámara Penal dará a conocer el miércoles próximo si los ocho detenidos que irán a juicio por la desaparición de Paula Perassi serán liberados o seguirán presos. Ayer, en la última audiencia oral, algunos acusados pidieron la palabra y se declararon inocentes. El querellante Adrián Ruiz advirtió: "En libertad, estos sujetos son peligrosos. Alberto Perassi está con custodia por las amenazas recibidas. Y en cada lugar que se empieza la búsqueda, piensa si no estará pisando a su hija". También destacó que en el caso hay un "accionar femicida" de los acusados. Alberto se puso de pie frente al camarista Adolfo Prunotto y habló de la vida de su familia sin Paula, desaparecida desde el 18 de septiembre de 2011. "Tengo dos nietos que me esperan porque saben que el abuelo sale a buscar a su madre. Pero, el más chiquito le dice a mi esposa: `El abuelo sale, sale, sale, pero a mamá no la trae nunca'. Y cómo voy a hacer, si me vendieron espejitos de colores todo este tiempo'". El fiscal Guillermo Camporini habló de "desidia y omisión dolosa" de la policía a cargo de la investigación, desde el tercer día de búsqueda. "Hay una empresa criminal; un engranaje para ocultar, encubrir y crear pruebas falsas", dijo.

La audiencia de apelación a la prisión preventiva resuelta por el juez penal de San Lorenzo, Juan José Tutau, se retomó ayer con la respuesta de la Fiscalía y la querella a los abogados defensores. Pero, el momento de mayor tensión se dio cuando Alberto pidió ser escuchado. "Lo único que le pido es que se haga justicia. Me acompaña toda esta gente con la que hicimos más de 50 marchas. San Lorenzo y la nación quieren saber qué pasó", reclamó.

Desde la primera fila del público, el hombre dijo: "Yo era amigo de Gabriel Strumia (amante de Paula y principal acusado de su desaparición) cuando pasó todo esto; y él vino a llorar abrazado con mi esposa. Y a los pocos días, nos enteramos que era el enemigo". Luego habló de lo ya relatado por sus abogados en cuanto a que Strumia le presentó al comisario Adolfo Puyol (también preso): "Me llevó hasta la puerta de la comisaría y me dio él una foto de Paula. Yo como un estúpido lo busqué a Puyol por toda la jefatura". También dijo que el policía Ramón Godoy (entre los acusados) "trabajó mucho; pero nunca lo voy a perdonar porque si a los 10 días de investigar tenía todo claro, como dice, entonces adónde fue a parar todo eso. Se quedó en silencio durante casi cuatro años".

El fiscal Camporini les respondió a los defensores las críticas a la investigación y habló de "farsas" montadas en torno a la desaparición. "Con Paula ya desaparecida, a los dos días, Strumia le mostró a Alberto que había recibido un mensaje que decía 'desde hoy estoy sola, nadie más me molesta. Perdón, sos muy bueno. No comentes'". Para el fiscal, "querían confundir más a la familia que estaba sufriendo". Y argumentó la teoría de la Fiscalía: "Paula estaba perdida por este hombre; hasta que quedó embarazada. Cursaba un embarazo de 6 semanas. En ese tiempo, comenzó una amistad por Facebook con un amigo de Strumia, a quien le iba contando todo lo que pasaba en la relación con su amante. Le comentó del embarazo y que estaba la idea, planteada por Strumia, de que tenía que abortar porque él no estaba dispuesto a dejar a su familia. Ella primero lo aceptó y el 17 de septiembre, le comentó a su amigo que ese día se haría el aborto en Rosario. Por Facebook, le escribió: 'Si no vuelvo a comunicarme es que pasó lo peor'. Pese a ello, había aceptado. Pero, a la noche, le dijo a su amigo que no pudo, que tuvo miedo: había tomado la decisión de no practicarse el aborto. La noche siguiente, Paula se fue sin nada, tras recibir un llamado de Strumia. La lógica indica que una mujer que sale a hacerse un aborto no dice que va a la casa de la mamá de un compañerito de su hijo a buscar la tarea".

Para Camporini, "los elementos de convicción son sobrados", tanto sobre Strumia, como sobre su esposa Roxana Michl y la presunta abortera Mirta Rusñisky.

Sobre los policías, fue tajante: "Estamos ante personas que incumplieron sus obligaciones y funciones. La investigación no fue adecuada, se ocultaron y demoraron tareas. Ya no puede hablarse de desidia, sino de omisión dolosa".

Ruiz acusó a los imputados de "usar los medios de protección del Estado con fines espurios". Para el abogado de la familia, "es macabro lo que están viviendo los Perassi. Hace casi cuatro años que no se sabe nada de Paula. No sabemos qué se hizo con su cuerpo. Para sostener esta ingeniería mecánica se usan los mismos medios que en la última dictadura militar: cinco oficiales, dos de alto mando, con un mensaje siniestro", ante el llanto de Alberto y Alicia.