El gobierno provincial reaccionó ante el malhumor que provoca la inseguridad, y con la presión ejercida en los últimos días por una veintena de gremios fuertes, ayer pudo anunciar algo en concreto, fruto de las negociaciones con el secretario nacional del área, Sergio Berni. Unos 2.000 agentes federales reforzarán desde el lunes el patrullaje callejero en Rosario, y otros 500 en Villa Gobernador Gálvez, les transmitió el gobernador Antonio Bonfatti a los dirigentes que acudieron a la sede local del Ejecutivo a escuchar novedades. El refuerzo será, a priori, hasta fin de año.

Esta vez serán más efectivos de Policía Federal que de Gendarmería Nacional, según reveló el ministro de Gobierno y Reforma del Estado, Rubén Galassi, al término del encuentro. Y su llegada replicará la misión anterior, de abril de 2012. Según Galassi, fue el propio Berni quien dispuso que el mayor peso del refuerzo sea de aquella fuerza y no de los uniformes verdes. Los refuerzos consisten en 700 efectivos nuevos que se sumarán a 1.300 que ya están asignados a esta ciudad. Empezarán a instalarse desde hoy y el lunes se desplegarán por barrios y determinados puntos críticos como la terminal de colectivos, hospitales y La Siberia.

El ministro resaltó que "hoy el presupuesto en Seguridad es el segundo, luego del de Educación. Hay muchas acciones en marcha, pero es evidente que no alcanza para revertir la situación que vive la sociedad argentina, de la cual Rosario es parte", interpretó.

Más de uno reparó en la ausencia del gobernador electo, Miguel Lifschitz. Lo excusaron con el hecho de que justo ayer estaba en Buenos Aires.

Con todo, los gremialistas valoraron que su aparición en el clamor social contra el delito sirvió para que el gobierno nacional reconsidere su intervención en Rosario y reasigne recursos, tal como Berni había insinuado en su visita de la semana pasada. Igual, los referentes de sindicatos mostraron prudencia con los anuncios, aunque dieron un voto de confianza.

El titular de La Bancaria, Matías Layús, ponderó la presencia del jefe de la Policía Federal a nivel nacional, y el hecho de haber accedido el poder político a "la sensatez de sentarse alrededor de una mesa a discutir con los trabajadores". "Desde el punto de vista institucional, la reunión fue satisfactoria. Están involucrados los tres poderes del Estado. Fue un marco apropiado para abordar un tema sensible para la sociedad", apuntó el bancario.

Juan Nucci, desde el gremio judicial, interpretó que "este es el incio de un programa, la solución no es la militarización. Este fue un paso y los resultados los vamos a ver en el tiempo. Como movimiento obrero, vamos a seguir evaluando el tema", tomó distancia.

Bonfatti quiso capitalizar el anuncio y tomar protagonismo en la agenda. Venía de soportar otro escándalo de la Policía santafesina, como lo fue la detención del comisario Juan Carlos Schmidt, jefe de la seccional 19ª, por presuntos vínculos con narcotraficantes a los que las fuerzas federales desbarataron el fin de semana pasado cuando contrabandeaban hacia Rosario 100 kilos de cocaína.

El titular del Ejecutivo contextualizó la medida anunciada junto con otras como las intervenciones del Plan Abre en los barrios y las reformas introducidas en el sistema penal y la Policía. "Desde noviembre de 2012 existe un plan de seguridad y hoy se está adecuando para el abordaje del delito que va mutando todos los días. En lo que va del año, la policía ha detenido a 30 mil personas", se defendió. Asimismo, rescató la relación "excelente" mantenida con Berni y valoró "la preocupación de los gremios".

El arribo de efectivos estará complementado con reasignación de policías de la provincia a la calle y de móviles. "No se trata de pedir 100 o 200 agentes más, sino de seguir profundizando acciones para tener una cobertura mayor en el territorio. El Ministerio de Seguridad ha diagramado un operativo que desde el lunes va a arrojar mayor presencia dada por el incremento de Policía Federal. Y la Gendarmería se queda para reforzar el patrullaje en puntos neurálgicos", señaló Galassi. Y avisó que "los efectivos van a estar trabajando hasta fin de año, y es intención del gobernador electo, Miguel Lifschitz, de plantear que sigan en el 2016", transmitió.

Junto a Bonfatti estuvieron el vicegobernador Jorge Henn, varios ministros el presidente de la Corte Suprema, Roberto Falistocco, el titular de Diputados, Luis Rubeo, el fiscal general Julio de Olazábal y el regional, Jorge Baclini, además del jefe y subjefe de Policía, Rafael Grau y José Luis Amaya.