Lunes, 26 de octubre de 2015 | Hoy
CIUDAD › CON EL 91,23 POR CIENTO DE LOS VOTOS ESCRUTADOS PARA SENADORES NACIONALES
El Frente para la Victoria obtuvo dos senadores nacionales: Perotti y Sacnún.
Mientras Reutemann, por el Pro, llegó al 29,95, que le permitió ganar su reelección.
Romagnoli, de UNA, obtuvo el 20,45 por ciento y Hermes Binner el 12,91 por ciento.
Por Leo Ricciardino
El candidato a senador nacional del Frente para la Victoria, Omar Perotti se impuso claramente en la categoría e ingresa a la Cámara alta junto a María de los Angeles Sacnún. Mientras que Carlos Reutemann, que volvió a salir en segundo lugar, se queda con la banca por la minoría para representar a Santa Fe en el Congreso. Está claro que la tijera de Hermes Binner no funcionó: El candidato a senador del Frente Progresista se quedó afuera de la banca y sólo pudo mejorar en un punto y monedas su pobre performance de las primarias abiertas. Diego Mansilla, el intendente de Las Parejas se imponía anoche en la categoría de Parlamentario del Mercosur por encima de Gonzalo Mansilla de Souza, que fue como candidato del PRO.
Perotti ratificó que es el dirigente peronista mejor posicionado en Santa Fe al ratificar por cuarta vez su caudal electoral en los últimos meses: en las primarias y generales provinciales y nacionales. Incluso ganó ayer en su territorio en el que su candidato a presidente, Daniel Scioli, fue superado por Mauricio Macri.
El empresario del Frente UNA, Eduardo Romagnoli volvió a superar a Binner y se quedó con el tercer puesto. No sólo eso, casi duplicó al socialista en su proyección de votos en Rosario. Lo más curioso es que este candidato casi no tuvo apariciones en esta segunda etapa de campaña y su suerte quedó directamente atada a la penetración de Massa en Santa Fe y Rosario y al arrastre que generó Alejandro Grandinetti como cabeza de la lista de diputados nacionales.
Reutemann también mejoró respecto de su resultado en las PASO, donde había tenido un corte "negativo" respecto a los sufragios obtenidos por Macri en el territorio. El ex gobernador, que tan solo a mediados de año había coqueteado con Massa, redobló su presencia en los medios. Apareció en televisión en programas porteños y recorrió los pueblos rurales de la provincia manteniéndose alejado de lo que para él hasta altura son territorios hostiles, como las grandes urbes santafesinas.
Perotti logró penetrar más que el propio Scioli en la provincia. En la misma sintonía del discurso del derrollo productivo que el candidato a presidente, el ex intendente de Rafaela le sumó lo acumulado en las elecciones provinciales y logró despegarse en un escenario que no venía demasiado bien en Santa Fe para el Frente para la Victoria. Tal es así que en su propia ciudad, en Rafaela, fue uno de los lugares en los que Scioli perdió por la más abultada diferencia en la provincia: más de 16 puntos.
Pero lo de Binner tuvo gusto a fin de ciclo. La caída de uno de los grandes electores que tuvo esta provincia en los últimos 20 años. Pero no sólo la advertencia es para el ex gobernador, sino también para el socialismo todo. Ese partido que pudo conservar la provincia por apenas 1.500 votos, que tuvo que recurrir como nunca antes a sus socios frentistas más prestigiosos para poder retener la municipalidad de Rosario en manos de Mónica Fein. Y sobre todo, que tuvo que abandonar su proyecto de expasión nacional. Después de ser segundo detrás de Cristina Fernández de Kirchner en 2011, Binner no pudo profundizar un nucleamiento opositor progresista y dejó el espacio al crecimiento ostensible de la centroderecha.
Pero antes, Binner ensayó "derechizar" su discurso para posicionarse a nivel nacional. Y ese fue el principio de la debacle. Nadie quería verlo en ese lugar salvo los intereses mezquinos de sus socios ocasionales. Ahí fue cuando empezó un proceso que lo llevó a elegir a Capriles antes que Maduro en Venezuela, un ciclo en el que exacerbó su oposición al kirchnerimo al que coherentemente había acompañado en muchas iniciativas de claro corte progresista como la Ley de Medios. Pero ese Binner había quedado atrás, suplantado por una mueca irreconocible y oportunista en la que empezó a transfirgurarse hasta desaparecer detrás de ella.
La elección de ayer también deja bases sentadas para lo que será el futuro de la provincia. No sólo porque no es lo mismo cualquier presidente, sino porque será Miguel Lifschitz ahora el responsable de devolverle brillo al socialismo y al Frente Progresista en Santa Fe. Porque Perotti emergió con mucha fuerza de cara al futuro, detrás del anhelo peronista de volver un día al poder en Santa Fe.
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