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Dos hombres fueron imputados ayer por el homicidio del arquitecto Sandro Procopio, durante un hecho de robo en barrio Bella Vista, en agosto pasado. Matías Cufano y Angel Cisneros fueron acusados de homicidio criminis causa (para ocultar otro delito, en este caso el robo) y el robo en sí. Ambos permanecerán en prisión preventiva sin plazo. Cufano fue sindicado como quien manejaba el remis VW Gacel utilizado para el hecho; mientras que Cisneros fue acusado de portar el arma y disparar, cuando abordó a la víctima junto con otro hombre que está prófugo. Ambos fueron detenidos en setiembre pasado por el robo a un minimarket de Funes, cometido en enero, y en estos meses el fiscal Pablo Pintos reunió pruebas y las entrecruzó para dar con los autores del crimen de Cerrito y Constitución, tras un forcejeo por un celular (pese a que Procopio también tenía dos mil pesos en el bolsillo). Según trascendió, Cufano ya había sido arrestado en diciembre de 2014 por tentativa de robo a un vivero de Alvear, pero fue liberado por falta de antecedentes condenatorios y por ser un delito con pena condicional. Un mes después cometió al robo al minimarket de Funes, y en agosto ocurrió el crimen de Procopio.

Al inicio de la audiencia, el fiscal Nicolás Foppiani pidió ampliar la prisión preventiva por el robo calificado en el minimarket (que se les imputó el setiembre), donde maniataron al dueño y "pusieron en peligro la vida de los clientes", ya que Cisneros portaba un arma, mientras que Cufano se encargó de precintar las manos del propietario. Esa causa está lista para ir a juicio, ya que en ese caso hay cámaras de seguridad del comercio de Funes que tomaron en primer plano el rostro de los sindicados.

Luego, el fiscal de Homicidios, Pablo Pintos (foto) les achacó el crimen del arquitecto, perpetrado la tarde del 24 de agosto pasado, en Cerrito al 3600. Entre las evidencias, se mostraron ante la jueza Mónica Lamperti las imágenes fílmicas de varias cámaras de seguridad que captaron tanto el hecho, como la fuga de los acusado en el Gacel que pertenece al dueño de una remisería para la que Cisneros trabajó dos semanas, hasta el día del hecho, cuando entregó el auto por la noche y dijo que no iría al día siguiente.

Las imágenes muestran el momento en que el auto conducido por Cufano estacionó por Cerrito; descendieron dos personas, caminaron hacia Constitución, por donde iba caminando Procopio, lo arrinconaron contra un paredón, forcejearon, lo golpearon con la culata de arma y lo patearon, hasta que se produjo el disparo. Los tres salieron corriendo hacia Cerrito: los acusados subieron al auto y huyeron, mientras que Procopio logró llegar a la obra en construcción hacia donde se dirigía y ahí mismo cayó.

Pese a que testigos que trabajaban en la zona dijeron haber visto el auto dando vueltas en la zona, cerca del mediodía, el fiscal Pablo Pintos dijo ayer que "no está acreditado" que haya habido un seguimiento específico al arquitecto, sino que más bien los agresores vieron la oportunidad de robarle, y lo hicieron.

Para el fiscal, "resultaron de mucha importancia las cámaras de seguridad que permitieron captar las distintas secuencias del hecho, lo que permitió detectar que estas personas se movilizaban en un automóvil de características particulares, porque no son muchos los autos de este tipo que hay en la ciudad".

Según se indicó en la audiencia, el auto fue secuestrado en uno de los ocho allanamientos realizados por el caso y así se pudo vincular a una de las personas con el auto que utilizaba en una remisería. El vínculo entre los imputados se evidencia además por fotografías de Facebook y porque ambos viven a no más de cinco cuadras de distancia.

El crimen del arquitecto de 48 años ocurrió poco antes de la cinco de la tarde, a 30 metros de la obra a la que se dirigía a trabajar, en Cerrito al 3600, y a la vuelta de la comisaría 13ª.