La aerolínea rosarina Sol, cuyo principal accionista es Horacio Angeli, titular de la empresa Transatlántica, comunicó ayer que cesaba sus operaciones como consecuencia de la rescisión del acuerdo de cooperación que mantenía con Aerolíneas Argentinas, desde agosto del año pasado, lo que le generó una situación de "inviabilidad económica". La decisión puso en vilo a los 300 trabajadores de la empresa que el año pasado se había asociado a la española Air Nostrum, que a su vez está asociada con Iberia, para renovar su flota de aviones. Tras una audiencia en el Ministerio de Trabajo de la Nación, las partes decidieron pasar a un cuarto intermedio hasta el lunes. El cierre de la aerolínea generó además un cruce entre el gobierno nacional y el anterior administrador, a quien respaldaron legisladores santafesinos del Frente para la Victoria (ver aparte). Mientras para el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, el acuerdo con Aerolíneas Argentinas es "un tremendo escándalo", para el ex titular de la línea de bandera, Mariano Recalde, fue "un excelente negocio". Además, denunció que con la decisión de no renovar el acuerdo "benefician a las líneas privadas que operan en el país, como Lan". El gobernador Miguel Lifschitz, en tanto, criticó la decisión tomada por Aerolíneas. "Perdemos una línea de bandera local, es lamentable", afirmó el mandatario.

Desde que Sol Líneas Aéreas comunicó ayer por la mañana oficialmente la cancelación de todos sus vuelos y el cese de las operaciones reinó la incertidumbre entre los trabajadores de la empresa. A medida que iban pasando las horas; los 300 empleados, entre pilotos, administrativos y mecánicos, aguardaban con expectativas la reunión convocada por el Ministerio de Trabajo de la Nación ya que la empresa había anunciado el cese de las operaciones pero no que había quebrado, aunque los empleados aseguraban que está quebrada y con un rojo de 40 millones de pesos.

Tras el encuentro en la cartera laboral, las partes decidieron pasar a un cuarto intermedio hasta el lunes a las 14. Sobre la situación de los trabajadores, la delegada gremial de la Asociación del personal Aeronáutico (APA), Carolina Cobelli, aseguró que no habían recibido "ningún telegrama de despido, ni ninguna comunicación oficial de la empresa. Aparentemente dicen que los enviaron pero ninguno de los 300 empleados los recibió todavía".

Hace dos años, y pleno proceso de achique, la aerolínea rosarina tomó la decisión de despedir a 20 pilotos. Tras la intervención de APLA y de la anterior administración de Aerolíneas Argentinas, se concreta en agosto del año pasado el acuerdo de código compartido entre las empresas, un convenio habitual en las líneas aéreas internacionales que subsidian líneas regionales para cubrir vuelos menos rentables, y los pilotos fueron reincorporados.

Como parte del proceso de reestructuración de la firma, los dueños de Sol vendieron el 49 por ciento de las acciones a la española Air Nostrum, asociada con Iberia. Los europeos no hicieron aportes de dinero sino que entregaron tres de las seis aeronaves jet CRJ 200 de 50 asientos prometidas para renovar los turbohélice Saab 340 de 35 asientos de Sol.

"Tras el acuerdo, el año pasó sin sobresaltos. Con el cambio de gobierno, y la asunción de Iselda Constantini en Aerolíneas Argentinas, deciden rescindir el contrato unilateralmente aduciendo que Sol tiene con ellos una deuda de 50 millones de pesos. Nosotros nos enteramos anoche (por el jueves) de esta situación porque se estaban llevando los aviones para otro lado, pero hasta ahora no sabemos que pasa porque no notificó la quiebra, lo único que hicieron fue avisar que los vuelos estaban cancelados y que iban a llegar los telegramas", señaló Nicolás Kolodziej, piloto de Sol, desde Aeroparque.

A los trabajadores de Sol les llama la atención que en pleno crecimiento de la aviación en América Latina, y en plena temporada donde los vuelos generalmente van llenos, Aerolíneas Argentinas haya decidido rescindir el convenio. Y en el marco de la implementación de nuevas políticas por parte del gobierno nacional, la mayoría de las empresas extranjeras están buscando posicionarse. "Esa es otra lucha, porque ellos vienen con sus pilotos y nos dejan sin trabajo", subrayó Kolodziej.

Otra visión aportó el secretario general de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Pablo Biró, para quien la aerolínea rosarina "viene con problemas financieros hace rato, tiene una historia de incumplimientos contractuales, convencionales, salariales; es una compañía conflictiva y muy mal administrada".

El cese de operaciones de Sol generó un fuerte cruce entre Dietrich y Recalde. El ministro calificó como un "tremendo escándalo" el acuerdo que había firmado Aerolíneas Argentinas con Sol Líneas Aéreas, por el cual la empresa de bandera le aseguraba 12,5 por ciento de rentabilidad equivalente a un millón de pesos diarios.

Recalde, en tanto, rechazó los dichos del funcionario nacional. "Comete un gran error, está mal asesorado o actúa de mala fe, ya que contabiliza los egresos del acuerdo de código compartido con Sol, pero no los ingresos de Aerolíneas, que superaban el millón de pesos mensuales", afirmó en declaraciones radiales.

Según Recalde, "Aerolíneas decidió crecer por dos vías: trayendo más aviones y asociándonos con esta empresa más pequeña, que llegaba a destinos donde no estamos o no tenemos la oferta suficiente, como Villa Gesell, Villa María, Río Cuarto, Mar del Plata, y este año pensábamos incluir a Concordia".

Por su parte, el gobernador Lifschitz reveló que en la reunión que mantuvo hace unos días con el ministro Dietrich y la titular de Aerolíneas, le plantearon que iban a defender la rescisión. También confirmó que habló con Angeli, quien le adelantó que planea declarar la quiebra.

"Dicen que no es conveniente, que el contrato es deficitario. Entiendo las razones pero también entiendo que hay que pensar en el interior", manifestó el mandatario provincial en declaraciones a Radio 2. "No podemos tener una mirada solo desde Buenos Aires. Hay que pensar en la necesidad de desarrollo del interior. (El cierre de Sol) es un gran problema para la región, perdemos una línea de bandera local. Es lamentable", criticó.

La situación en Fisherton. "Tengo un pasaje que compré la semana pasada como Aerolíneas﷓Sol y no sé si podré viajar. Yo viajaba a Río Grande y compré mi ticket directamente por Sol. No sé que pasará con mi viaje. El avión salía a las 7 y me encontré con que no había ni un empleado que de la cara y nos diga algo", contó una mujer a LT8, mientras esperaba en el hall del aeropuerto.

"Cuando saqué el pasaje la semana pasada, trabajaban normalmente. Había como seis empleados. Pagué 4.500 pesos mi pasaje. Tenía que viajar por una cuestión laboral que se verá afectada por todo esto. Nadie de Sol nos dio una respuesta. Iré a averiguar a Aerolíneas para ver si alguien me da una solución, sino me guardaré el pasaje de recuerdo", agregó resignada la pasajera.