Mientras continuaban ayer las tareas de apuntalamiento en el edificio de Laprida 972, tras el incendio iniciado en la cochera que causó la muerte de una anciana y obligó a 29 vecinos a evacuarse, varios de ellos con principio de asfixia, siguen investigando las causas del siniestro a la espera del resultado de las pericias, ante las sospechas de que haya sido intencional. En este sentido, los fiscales que investigan el hecho indicaron que se relevaron imágenes de cámaras, y que por el momento sólo hay una que capta a un hombre saliendo de la cochera momentos antes de que se iniciara el fuego. "El riesgo de algún derrumbe parcial está latente", explicó Carlos Hyon, ingeniero a cargo del departamento de Estructuras de la dirección de Obras Particulares municipal, luego que pudieran sacar dos vehículos más del lugar, lo que les permitió terminar de apuntalar dos de las cuatro columnas dañadas por el fuego.

Una de las cámaras reveladas captó la salida de un hombre de la cochera del edificio antes del incendio, profundizando la hipótesis de un hecho intencional. En los próximos días, cuando los vecinos del edificio vayan acercándose a la fiscalía se les exhibirá la imagen para ver si alguno lo reconoce. De todos modos, ningún vecino había manifestado sospechar de alguien concreto el día que se produjo el incendio.

Silvia D'Elía, que vive en el quinto piso del contrafrente del edificio de Laprida 972, señaló que las cámaras de vigilancia del garage ubicado enfrente captaron a un hombre en bicicleta que entró al edificio con un bolso alrededor de las 5.50 y salió entre cinco y diez minutos después. Aproximadamente a las 6 se registró el fuego. En declaraciones a Radio 2, la mujer explicó que el portón de la cochera no funcionaba bien y se abría de un simple empujón.

Ayer por la mañana, los equipos de la dirección de Obras Particulares pudieron retirar más vehículos de la cochera del edificio y de esa manera continuaron con las tareas de apuntalamiento. "Hay mucho riesgo allá adentro", dijo Hyon a Rosario/12, al tiempo que dirigía las tareas. El tránsito por calle Laprida continuaba cerrado, mientras las personas que podían caminar por la vereda de enfrente paraban unos instantes a observar cómo intentaban apuntalar las columnas.

El funcionario precisó que son cuatro las columnas que están más dañadas, y son las que sostienen la estructura del núcleo trasero del edificio que tiene seis pisos. El promedio de carga de cada columna dañada es de aproximadamente 75 toneladas. Sobre el mediodía, ya habían apuntalado dos columnas, y para avanzar con las otras tenían que retirar más vehículos incendiados, una tarea que hoy continuaría.

"Estamos avanzando contra el riesgo, en la medida que vayamos apuntalando más columnas y en poner más lozas, lo vamos a minimizar", agregó el funcionario, quien por otra precisó que la loza del primer piso está quebrada y casi en el aire. Una vez que terminen de poner la última loza se hará una inspección ocular para constatar si hay signos de estabilidad en el departamento que está más dañado, y a su entender sería recuperable, mientras que la parte delantera no está tan dañada.

De todos modos, Hyon puso de relieve el gran poder de fuego que se produjo en el lugar al incendiarse ocho autos, que pudo romper una loza de hormigón armado de 14 centímetros. "Ahora hay un conjunto de elementos estructurales que están sobrecargados, y con el tiempo, seguramente se requerirán varias miradas para asegurar que no haya riesgos", planteó el funcionario. Una vez que el incendio fue controlado y comenzaron a apuntalar los lugares más dañados, la mayoría de los vecinos pudieron entrar a sus departamentos a retirar sus pertenencias.