Dos de los tres intendentes santafesinos del PRO se enfrentaron duramente a los empleados municipales luego de despedir personal y deslizar que peligra el pago de sueldos en el próximo mes de marzo. En Funes, el intendente Diego León Barreto admitió que rescindió unos 40 contratos y que, con la planta actual, tiene dificultades para asegurar la fuente laboral de todos los trabajadores. Por otro lado, en Las Rosas, el titular del Ejecutivo Javier Meyer produjo una quita total en los haberes de los empleados de 450 mil pesos y dejó en revisión las liquidaciones salariales. Festram, el gremio presente en ambas localidades, activó el rechazo y comenzó medidas de fuerza.

La lógica es similar. Desde los Ejecutivos macristas se critica la supuestamente excesiva planta municipal y se practican recortes de diverso tipo. En la ciudad cabecera del Departamento Belgrano, Meyer "procedió en forma unilateral a reducir los salarios de los trabajadores en abierta violación a los acuerdos arribados en el Ministerio de Trabajo". Así lo explicó la Federación de Trabajadores Municipales. La decisión intempestiva fue respondida con un paro de actividades y el pedido de una mesa de diálogo al propio intendente, que aún no fue convocada. Por otro lado, el Concejo denunció que Meyer elevó su sueldo en 55 mil pesos, monto que sumado a los incrementos de sus funcionarios supera el descuento que afectó a los trabajadores.

En Funes no se llegó al paro, pero el sindicato se encuentra en "estado de alerta y movilización". En una entrevista que dio a InfoFunes, León Barreto avisó que le va a costar "muchísimo" pagar los sueldos el mes que viene. "Hoy te digo que no llegamos a pagar", anunció para luego cerrar el tema con un: "cuando no hay, no hay". El intendente funense dio cuenta de unos 40 despidos y deslizó que habrá más rescisiones. Pone en la balanza cuestiones empresariales a la hora de achicar el plantel, como ser "función, presentismo, conducta, rendimiento".

El sindicato local espera una respuesta para la semana que viene por el pedido de reincorporación de los despedidos. Por lo pronto, el secretario general Jorge Zavatti lamentó que "a solo dos meses y medio de su gobierno" el intendente declare que corre riesgo el pago de sueldos, "cuando en Funes hace 20 años que no existen problemas salariales". El gremialista rescató que en las últimas dos décadas, con gobiernos peronistas y radicales de distinto origen, "en todo momento" se cumplieron con los salarios y acuerdos paritarios y se incorporaron 350 trabajadores a planta permanente. "Sorprende también que Barreto en sus dos años de concejal, no haya tomado nota de cuáles son los defectos y virtudes del Municipio", pegó Zavatti.

Barreto habló de "ajustar todas las áreas" y el sindicato le recordó que "debería revisar sus decisiones", ya que "aumentó en un 50 por ciento el gabinete". Para Zavatti, las determinaciones de los intendentes PRO van más allá y forman parte de una estrategia de los intendentes paritarios (grupo que integra el jefe comunal de Funes) "para negar todo tipo de incremento salarial". "En la reunión paritaria no hubo ningún ofrecimiento, Festram dejó en claro nuestra postura de reclamar un aumento del 40 por ciento, coincidente con el aumento de los recursos coparticipables que recibieron los Municipios. Si se tiene en cuenta la devaluación del 50 por ciento y el aumento de precios y tarifas, esta situación hace que cualquier aumento sea poco. Es tarea del Ejecutivo administrar los recursos sin perjudicar a nadie, cualquier otra cosa es inadmisible", concluyó el sindicalista Zavatti.