Concejales opositores decidieron ayer no dar quórum y el cuerpo no pudo sesionar, dejando en suspenso los incrementos en las tarifas de taxis y colectivos. Fue una jornada cargada de contradicciones, porque se había dispuesto pasar a un cuarto intermedio con el tratamiento del incremento de la tarifa del TUP, pero a la tarde hubo un acuerdo entre el interbloque del Frente Progresista y el bloque del PRO para llevar el boleto a 8 pesos a partir de la semana próxima, y 8,50 en julio. La jugada derivó en un fuerte cuestionamiento del resto de los concejales opositores, que pretendían discutir el tema la semana próxima. A pesar de las interminables negociaciones, la oposición se plantó y decidió no dar quórum. "Hace semanas que estamos trabajando en el tema y me parece que amerita, por respeto a la gente, y además porque es nuestra responsabilidad, que entremos a sesionar y que cada cual de su punto de vista", se quejó el titular de la bancada socialista Horacio Ghirardi.

Al mediodía, el presidente de la Comisión de Servicios Públicos, Carlos Comi (ARI-CC), donde el oficialismo tiene mayoría para emitir un despacho, al no lograr los consensos necesarios, decidió pasar la reunión al lunes. Sorpresivamente, los ediles que integran la comisión fueron convocados a las cinco de la tarde y sacaron un despacho fijando el boleto a 8 pesos, a partir de su promulgación, y en 8,50 a partir del 1º de julio. El proyecto de decreto fue firmado por Comi, Verónica Irízar y Enrique Estévez (PS), Aldo Poy (PDP), y Renata Ghilotti (PRO).

El oficialismo accedió a incorporar dos artículos a pedido del PRO; uno para que el Ejecutivo agilice las gestiones ante el Ministerio de Transporte de la Nación para homologar la tarjeta MOVI a la SUBE. El otro encomendaba a la intendencia a unificar a las empresas La Mixta y Semtur en un plazo máximo de 90 días. A partir del acuerdo entre el Frente Progresista y el PRO, el oficialismo conseguía 14 votos, por lo que la presidenta del cuerpo, Daniela León, iba inclinar la balanza con su voto doble para aprobar el incremento.

La jugada obligó a los 14 concejales opositores a pensar estrategias para no acompañar el despacho, teniendo en cuenta que también había que votar el incremento del 30 por ciento a los taxis, y la nueva composición del directorio del Banco Municipal. La oficina de la concejala Fernanda Gigliani (IP) fue el elegido por la oposición para decidir entonces si iban o al recinto.

Durante más de tres horas, los pasillos del Palacio Vasallo fueron un hervidero, pero nadie se animaba a pronosticar cómo iba a finalizar la historia. Al oficialismo sólo le faltaba un voto para obtener el quórum, pero ningún concejal de la oposición quería dar el brazo a torcer. Sí hubo un ofrecimiento para tratar el incremento de taxis y la designación de autoridades del Banco Municipal, pero la condición era que el tema del boleto regresara a la Comisión de Servicios Públicos.

Mientras aguardaban una respuesta de la concejala León, y sonaba el timbre llamando a la sesión, el despacho de Gigliani se abrió y desde allí surgieron las primeras declaraciones. "No vamos a avalar un acuerdo entre bambalinas, y nuestra única herramienta es la de no dar quórum", planteó la concejala Norma López (FpV). "Queremos un boleto a menos de 8 pesos, esa es nuestra postura", dijo el concejal Jorge Boasso (Bloque Radical). "Que los 100 millones que ofreció (Miguel) Lifschitz para renovar las unidades vayan al Fondo Compensador", exigió Gigliani.

Mientras estaban declarando, ingresó la presidenta del cuerpo para anunciarles que no estaban de acuerdo con la propuesta, y que los 14 concejales que estaban dispuestos a sesionar iban a sentarse en sus bancas. Pero los opositores se plantaron, no dieron el quórum y la sesión finalmente no se realizó.

"Es lamentable esta situación de que haya bloques que no quieran dar quórum, particularmente aquellos que tienen una doble vara, porque sí les parece importante tratar el tema de los trabajadores taxista, pero no lo es el de los trabajadores choferes", criticó Ghirardi.