En el cierre del debate del primer juicio oral por violencia de género, en el marco del nuevo sistema penal, el acusado intentó culpar a Jesica de acercarse a él, incluso durante la restricción que él tenía sobre ella, y que nunca cumplió. La declaración molestó a Jesica, que salió sumamente angustiada de la última jornada de juicio oral y público contra su expareja, quien está acusado de amenazas, daños y violación a una orden judicial. El juez Carlos Leiva escuchó los alegatos de clausura de las partes y este jueves dará a conocer su veredicto.

"El contexto ilustra una grave historia de violencia de género. Hubo una relación desigual de poder que afectó la vida de Jesica y su seguridad personal", dijo la fiscal Raquel Almada al iniciar su alocución, en la que repasó una por una las pruebas de los cuatro hechos por los que llevó a juicio a Néstor Fabián Anchaval, para reclamar que sea condenado a una prisión efectiva de cuatro años y medio de prisión. "Esa desigualdad está marcada no solo por lo físico, sino también por el temor que le infundió a la víctima en todos esos años. No son un dato menor las reiteradas violaciones e incumplimientos, que aumentaban la indefensión de Jesica, porque nada le ponía límites a Anchaval", agregó. "El la manipuló durante años, la consideraba de su propiedad. La violencia de Anchaval no tiene que ver con las drogas, que según los peritos psicólogos no hacen más que acentuar una conducta agresiva", dijo; y agregó que el acusado consume estupefacientes desde que tiene 12 años, pero que en el primer tiempo no era violento con su pareja, sino que comenzó a tener esa actitud en 2009.

La defensora Andrea Siragusa se basó en intentar voltear las pruebas de la fiscalía e insistió con que se trata de un caso de adicciones que ponen así al agresor, que necesita tratamiento. Si bien pidieron la absolución, dijeron que el monto solicitado es excesivo e infundado.

Jesica tiene 29 años y cuatro hijos de entre 5 y 12 años. Anchaval la hostiga desde que ella decidió separarse en 2010, cuando él intentó envenenarla. Desde entonces, le hizo la vida imposible.

Pese a que hizo unas 36 denuncias en contra del agresor, la fiscalía llevó al imputado a juicio por cuatro sucesos de 2015. "Mis hijos no saben vivir de otra manera que no sea huyendo. Siempre salimos a la calle con el botón de pánico y la orden de restricción de acercamiento en el bolsillo. Si no tengo eso, es como si me faltara una pierna", declaró Jesica en su testimonio, y ayer lo recordó la fiscal en su alegato, para dar cuenta de la gravedad del hostigamiento sufrido por la mujer denunciante desde hace seis años.

A Anchaval le achacaron amenazar a Jesica y a sus hijos en marzo del año pasado, cuando entraban a la casa de la madre de la víctima y él, desde una moto, le dijo: "Te voy a matar a vos y a los nenes, esto se va a terminar. Vos te la buscaste". En agosto también la amenazó. Una madrugada se metió a una de las seis casas a las que se mudó huyendo del agresor, y le dejó un mensaje en la puerta, mientras ella la sostenía para que no entrara. "Te tengo", le escribió. En octubre, la volvió a amenazar: "No le hagas esto al padre de tus hijos, no me vas a meter preso. Si no sacas la denuncia te voy a matar'.