La vivienda popular más antigua de la ciudad que aún queda en pie corre peligro de derrumbe. La Casa Rosa, ubicada en Convención y Rueda, en barrio La Tablada, fue construida en 1870 y declarada Patrimonio Cultural Histórico. A pesar de los constantes reclamos a la Municipalidad de los familiares de la propietaria para su restauración, o en todo caso para disponer del terreno, no han recibido respuestas. Por tal motivo, y acompañada por la concejala Lorena Giménez (PPS), Belén Martinucci, nieta de la dueña, reveló la situación en la Comisión de Planeamiento del Concejo Municipal, de donde salió un pedido de informes para que el municipio intervenga. "Cuando una vivienda se cataloga como patrimonio de la ciudad, el Municipio debe intervenir para conservar sus características mas relevantes y sostenerla en el tiempo", planteó Giménez. "Cuando hacemos las críticas de las inversiones que sólo se destinan al Casco Histórico, es a este tipo de historias a las que hacemos referencia que merecen conocerse, porque son parte de nosotros. Hay otros barrios que también son nuestra historia y merecen la puesta en valor", agregó la edila.

El cartel que señala su condición histórica y patrimonial está puesto hace tres meses. Pero durante muchos años los propietarios de la Casa Rosa vieron cómo se deterioraba sin poder encarar reformas ni restauraciones por su condición. Mientras el abandono facturaba su deterioro, Belén decidió construir unas habitaciones precarias a un costado del terreno para vivir con su pequeña hija y con su abuela. Muchas veces, jóvenes del barrio ingresan y se quedan a pasar el rato. A pesar de los reclamos constantes al municipio, no obtuvieron respuestas. Se enteraron hace más de una década que la casa era patrimonio cultural histórico (ver aparte). Con el correr de los años, siempre escuchaban rumores sobre una posible restauración y que ellos se tenían que mudar. Pero no era fácil porque no tenían dónde ir y tampoco podían mantenerla ni hacerle reformas. "Cada vez que intentamos arreglarla, no nos dejaban porque hay que usar materiales y tejas de esa época", dice Belén, a quien le preocupa que una situación que puede ser crítica porque una pared está por caerse en cualquier momento en la casa de un vecino.

Hace tres meses, decidió levantar un mural para evitar el derrumbe. "Cuando me vieron haciendo esa pared habrán pensado que iba a tirar la casa abajo. Ahí pusieron el cartel y me dijeron que no podía hacer nada", contó. Belén, que además de trabajar está terminando de cursar una tecnicatura en Drogadicción y Violencia, comenzó a trajinar las instancias estatales. En el municipio, dice, no tuvo respuestas.

En el Palacio Vasallo le contó su situación a la concejala Giménez. Unas semanas más tarde, el lunes 14, lo hizo con los ediles que integran la Comisión de Planeamiento. Después, Giménez presentó un pedido de informes al Ejecutivo, que fue aprobado, para que detalle los planes que tiene para la propiedad.

"La señalética fue puesta por la Municipalidad, por lo que suponemos que está catalogada aunque no sabemos como qué. Y al estar catalogada no le permite a los dueños modificarla ya que la debe intervenir el municipio, que no hace ni una cosa ni la otra", dijo la edila.

Giménez contó que desde la Municipalidad tenían pensado incorporar a la vivienda dentro de los recorridos turísticos y culturales de la ciudad, que se impulsan desde el Ente de Turismo Rosario (ETUR). "Si lo va a hacer, queremos saber cuáles son los plazos por el peligro de derrumbe", dijo la edila. A partir de un estudio realizado por la Facultad de Arquitectura de la UNR, Giménez afirmó que por el estado en que se encuentra la casa "es imposible de reciclar, no se puede preservar casi nada de lo que tiene. La casa tiene dos habitaciones, una está venida abajo, las vigas están totalmente podridas".

Hace unos años, la entonces concejala socialista Viviana Foresi había trabajado en un proyecto para realzar el valor del inmueble, pero que nunca se presentó. Para Foresi, que es arquitecta, la vivienda "tiene las características necesarias para ser apuntalada, rescatada, preservada y utilizada como elemento de referencia barrial".

En los considerandos de la iniciativa, la ex edila señaló que la intención se encuadraba dentro la política del estado municipal que "tiende a preservar y revalorizar el patrimonio histórico y cultural de la ciudad. Desde ese marco de anhelos de recuperación es que surge esta voluntad de impulsar acciones que permitan revitalizar este inmueble, que muestra en la actualidad cierto grado de deterioro", dijo.