El Observatorio de las Importaciones, que integran equipos técnicos del Ministerio de la Producción provincial y la Federación de Industriales de Santa Fe (Fisfe), presentó ayer un nuevo informe. "El trabajo muestra que siguen aumentando las importaciones, centralmente en bienes de consumo, agregándose los textiles a las cadenas que veníamos observando como línea blanca", señaló el ministro de la Producción, Luis Contigiani. A los productos importados que venían reportando en los informes anteriores, alimentos de origen animal y vegetal, enlatados, golosinas, electrodomésticos y línea blanca, calzado, vehículos, muebles, vajilla y cristalería, productos industriales y de ferretería, con subas importantes en zanahorias, pollos, exhibidoras y planchas, por mencionar algunos casos; se sumaron los productos textiles, con una suba del 443 por ciento del algodón sin cardar ni peinar, y también la maquinaria agrícola. "Me llamó mucho la atención que un silo de Brasil puesto en la Argentina es más barato que el de Las Parejas", apuntó Contigiani.

El cuarto informe del Observatorio de Importaciones se presentó ayer en el Centro Comercial e Industrial de Rafaela. A Contigiani lo acompañó el vicepresidente de Fisfe, Alejandro Taborda, y el presidente de la asociación que nuclea a los industriales rafaelinos, Adolfo Hartman. En ese polo industrial están muy preocupados por la apertura de importaciones de golosinas y colchones.

"La tendencia, en término de unidades físicas, es que siguen entrando importaciones, sobre todo de bienes de consumo", resumió el ministro, quien volvió a pedir al gobierno nacional que reflexione sobre las consecuencias negativas de la apertura de las importaciones para las economías regionales santafesinas.

"Este es un problema que no se puede negar ni esconder, y es bueno que lo discutamos. Es parte de la coyuntura de un proceso económico, y en todo caso es la incertidumbre que tiene el mercado interno y el sector industrial", agregó Contigiani, quien esta semana visitó la sede de la Cámara de la Industria Maderera y Afines (Cima) en Cañada de Gómez, un sector afectado por el ingreso de muebles de Brasil, Vietnam, China, Tailandia e Indonesia.

"La industria emplea a 1500 trabajadores, y solamente por el ajuste de horas extras en estos nueve meses, dejaron de percibir 45 millones de pesos", precisó Contigiani. "Es un dato significativo, porque esto significa caída en consumo de servicios, menos restaurantes, menos arreglos y compras; cuestiones que muchas veces no se tienen en cuenta y que nos obligan a reflexionar porque tienen que ver con los números que han salido en estos días del 32 por ciento de pobreza y el problema estructural del desempleo", argumentó el ministro.

El funcionario consideró que el superávit comercial argentino está sustentado en una caída de exportaciones y una mayor caída de las importaciones. "Pero tiene que ver con aquellas que hacen al crecimiento económico del país; es decir, menor importación combustible, de autopartes o automóviles. Pero cuando uno ve en la otra punta, las importaciones de bienes de consumo siguen aumentando", advirtió Contigiani.

El titular de la cartera de la Producción planteó que se trata de "algo normal del mismo proceso económico, economía recesiva, enfriamiento, se caen las exportaciones, hay fuerte caída de las importaciones pesadas. Mientras en la otra punta, abaratamiento interno de los productos y un aumento importante de las importaciones de bienes de consumo".

Según el ministro, "si la Argentina no entiende que tiene que desarrollarse a partir de la expansión del mercado interno, de salarios que puedan recuperar poder adquisitivo, de una movilización del capital que nos permita desarrollarnos en las ciudades intermedias y no en las grandes metrópolis, la situación será complicada en términos sociales".