La Cámara Penal mermó la pena de Elías Gómez, un joven de 22 años que mató a su padre en agosto de 2014, como corolario de un círculo de maltratos al que estaba sometido por éste. En primera instancia, un tribunal le dictó la pena de 16 años de prisión por el delito de homicidio; y ayer los jueces Daniel Acosta y Alfredo Ivaldi Artacho le cambiaron la calificación penal a una más gravosa: parricidio atenuado, pero la pena bajó a 12 años. El fallo de la Alzada tuvo en cuenta la situación que atravesó el joven desde los 14 años, como único conviviente con José Gómez, la víctima. "El vínculo estaba erosionado por la adscripción a diversos prototipos de vida de los involucrados por el conflicto. Prototipos atravesados por la cuestión religiosa, el deterioro de la unión familiar, las agresiones verbales", enumera el fallo. En el juicio, la madre del joven lamentó que "él se quedó solo con su padre a cargo, que lo maltrataba, lo psicopateaba. El era violento conmigo y con todos mis hijos. Todos nos fuimos alejando, pero Elías no supo ver la puerta".